Presentó su balance que ya venía arrastrando números negativos. En 2019 había perdido $ 33.000 millones. La empresa sufre una caída del 50% en las ventas de combustibles. El Gobierno demora el ajuste de los combustibles.
Caída en el precio del petróleo y cuarentena. La combinación está resultando un golpe para las grandes compañías del sector. YPF, de mayoría estatal, no es la excepción. Durante el segundo trimestre de 2020, la compañía perdió $ 85.000 millones. Se trata del mayor rojo de la empresa. En 2019, que la actual conducción había caracterizado como negativo, la pérdida había sido de $ 33.000 millones.
Las ventas de YPF cayeron casi un 50%. Entre abril y junio de 2019, había facturado US$ 3.672 millones. Ahora, sus ingresos fueron de US$ 1.947 millones.
La pérdida fue de US$ 1.382 millones. En el mismo período de 2019, la utilidad operativa era de US$ 165 millones.
Los resultados antes de impuestos (Ebitda) se ubicaron en los US$ 133 millones. En 2019, andaban por los US$ 1.000 millones.
Pero no son solo los malos resultados los que preocupan en YPF. Ya estaba tomada la decisión de aumentar el precio de los combustibles durante esta semana. La suba sería del 7% y ayudaría a recomponer los ingresos. Hasta que la Casa Rosada hizo una intervención de último momento.
«En este momento estamos haciendo una evaluación de los costos», dijo Santiago Cafiero, jefe de Gabinete. «Esta semana todo el equipo técnico estaba terminando el informe», manifestó Cafiero. «Si hace falta una corrección la haremos, pero primero tenemos que tener terminado este estudio», expresó.
La posibilidad de una postergación provoca dolores de cabeza en la torre de Puerto Madero.
YPF tiene mañana su conferencia de inversores, en la que tiene que explicar sus resultados. Es algo que sucede todos los trimestres. Los representantes de bancos de inversión y grandes brokers que allí participan están acostumbrados a las malas noticias por la pandemia. Tras la exposición de directivos, las decenas de analistas formulan una serie de preguntas. Y allí llegará la pregunta que puede incomodar.
¿Dado este escenario, cuándo aumentarán los precios de los combustibles? Es un interrogante que los analistas plantean a los directivos en todas las presentaciones. Suponen que los productos que vende la compañía (como los combustibles) deben acompañar el proceso inflacionario.
La plana mayor de YPF tenía una respuesta para mañana (martes). Iban a precisar una fecha para el posible incremento. Pero, ahora, las órdenes de la Rosada son de evitar esa respuesta. Los ejecutivos de la petrolera están ensayando una nueva explicación, El deterioro de las cuentas de YPF preocupa a todo el Gobierno. “Los números de YPF son realmente dramáticos”, dijo Martín Guzmán, ministro de Economía, en un reportaje publicado por Clarín el domingo. La misma idea tienen los otros funcionarios que entienden en cuestiones de energía, que están en el ministerio de Desarrollo Productivo y la Casa Rosada.
El Gobierno no quiere pagar el costo político del aumento. Pero YPF no podrá mejorar sus cuentas sin esa decisión. La compañía ya lanzó un programa de retiros voluntarios, reducción de sueldos a personal fuera de convenio y viene demorando pagos a los proveedores, porque no pudieron prestar sus servicios.
Exxon, Chevron, Shell, BP. Son todas grandes petroleras. Reportaron pérdidas de miles de millones de dólares. En todos los casos, revirtieron ganancias que tenían hace un año por pérdidas actuales.
Pero YPF ya estaba empeorando en sus números, más allá de lo que pasaba hace un año. En el primer trimestre de 2020, facturó US$ 2.832 millones, un 14,7% menos que en el mismo período de 2019, cuando sus ingresos fueron de US$ 3.321 millones.
La compañía también venía sufriendo en su utilidad neta. Cayó un 30% en 2020, cuando ganó US$ 466 millones versus US$ 665 millones del mismo período de 2019.
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