Hace tres años que Oscar y su esposa peregrinan por un médico del dolor, una mala praxis lo dejó en sillas de ruedas. La Justicia tampoco responde a la urgencia del pedido. “Vivo con dolor”, aseguró en diálogo con Aries.
Aportó toda su vida pensando que cuando necesitara de la obra social de los jubilados podría sin problemas obtener asistencia. Cuan equivocado estuvo ya que desde hace tres años por una mala praxis se moviliza en sillas de ruedas porque según afirmó el Pami le asignó la clínica Virgen de Urkupiña a la que calificó como la “peor”.
“Pami no tiene médico del dolor, el médico de cabecera y el de la empresa de internación domiciliaria me piden el médico del dolor porque me tiene que recetar morfina que es lo último”, declaró. Cuestionando que no hay quien pueda vivir con dolor como lo hace él.
Oscar contó que al no tener respuestas de la obra social, recurrió a la Justicia con un amparo pero “no hizo nada”.
Al verse sin que nadie lo escucha, este martes decidió encadenarse en Plaza 9 de Julio, justamente frente a Pami en calle Zuviría.
“Siempre con problemas, nunca dan soluciones”, se quejó Oscar, cuestionando además que el Estado nacional haya jubilado a quienes no aportaron al sistema.
“Los jubilados que aportaron tendríamos que tener una mejor calidad de vida, un mejor servicio”, concluyó.
Agregue un Comentario