Todo apunta a Matías Paz, el «pistolero del bar Temple», a quien vinculan con otro crimen misterioso que sacudió a la provincia.
Seguramente Matías Paz, alias «Semilla», nunca imaginó que un ataque de furia por una cerveza que no quisieron venderle sería la gota que rebalsó el vaso de un escándalo impensado en Salta. Mientras el «pistolero del bar Temple» se encuentra detenido, surgieron datos que lo involucrarían en otro crimen ocurrido en 2021.
Las víctimas en ese caso fueron Romina Zerda y Jonathan Tolaba, quienes fueron encontrados sin vida en una camioneta Fiat Strada, en la circunvalación oeste. El caso se hizo famoso por las irregularidades con que fue descubierto; primero la Policía lo marcó como un siniestro vial, pero luego se confirmó que los cuerpos habían sido baleados.
Tanto Zerda como Tolaba fueron vinculados con la venta de drogas sintéticas y se dijo que los habían ajusticiado por una «mexicaneada».
El principal sospechoso de estas muertes fue señalado como Nicolás Ramos, un joven que los investigadores siguieron hasta que -misteriosamente- apareció muerto. Su cadaver fue encontrado en el camping de Sauzalito (Gral. Güemes), supuestamente, tras quitarse la vida ahorcándose en un árbol. Sus restos estaban en el suelo.
Al revisar el cuerpo de Ramos, se encontró un mensaje que decía «Rafael, Pico y Semilla», que entonces no tenía el mismo sentido que hoy.
Sobre estos nombres se cree que efectivamente, «Semilla» sería Paz. «Pico», refieren, sería Pedro Marcilese (hijo), quien tiene una condena por asalto violento en su prontuario.
Estos son solo los primeros datos de toda una investigación que revelaría la conexión del joven -hoy detenido- con parte de la historia policial más alarmante de los últimos años.
Agregue un Comentario