La vicepresidenta firmó una resolución conjunta que el presidente de la Cámara de Diputados para revisar la suba de 30% de las dietas.
La vicepresidenta Victoria Villarruel estampó esta tarde su firma en una resolución conjunta con su par de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y terminó por concretar la marcha atrás en el aumento del casi el 30% acumulado en las dietas de los legisladores nacionales que había provocado una fuerte polémica con el presidente Javier Milei.
La medida fue adoptada “por expreso pedido del Presidente”, según informaron a LA NACION fuentes legislativas cercanas a la vicepresidenta, quien hasta ayer se resistía a ceder ante los reclamos de la Casa Rosada para que se reviera el incremento otorgado a fines de febrero al enganchar las dietas de los legisladores al aumento paritario que recibieron los empleados del Poder Legislativo.
La polémica dejó también mal parado al propio Milei luego de que se conociera que también los funcionarios del Poder Ejecutivo habían recibido un incremento salarial aún mayor, cercano al 50%, que el aprobado para los legisladores nacionales. La gaffe terminó costando la eyección de su cargo del secretario de Trabajo, Omar Yasin, a quien el Presidente terminó responsabilizando por el aumento para el jefe del Estado, los miembros de su gabinete, secretarios y subsecretarios de Estado.
La medida deja sin efecto la resolución conjunta, firmada en 2011 por los entonces presidentes de ambas cámaras legislativas, Amado Boudou (Senado) y Julián Domínguez (Diputados), que enganchaba las dietas y otros conceptos que cobran los legisladores nacionales a lo acordado en las paritarias de los empleados legislativos. Durante la pandemia se “desenganchó” a los legisladores nacionales de estos aumentos como un gesto frente a la situación de emergencia, pero aquella decisión fue eliminada en 2022.
Con el aumento decidido a fines de febrero, las dietas de los legisladores superaron los dos millones de pesos a partir de sumar los incrementos dispuestos para enero y febrero para los empleados legislativos del 12 y el 16% que tanto Menem como Villarruel habían firmado al cerrar la última paritaria parlamentaria.
La noticia se conoció pocas horas después que Milei hablara ante la Asamblea Legislativa y repitiera el mantra de que “no hay plata” como justificativo para ajustar las cuentas del Estado. Esto provocó la furia del jefe del Estado que criticó en público y de manera furibunda la decisión firmada por los dos dirigentes libertarios que conducen ambas cámaras parlamentarias.
La reacción presidencial llevó a Menem a anunciar su intención de impulsar un proyecto de ley para retrotraer el incremento. Tras varias idas y vueltas, el presidente de la Cámara de Diputados terminó firmando el último viernes una resolución conjunta dando marcha atrás con la medida y enviándosela a Villarruel.
La vicepresidenta no estuvo de acuerdo con las quejas de Milei e intentó resistir la medida. Sin embargo, debió ceder ante la presión pública generada por el escándalo que siguió a la medida y ante la necesidad de no quedar confrontando con el Presidente.
Sin embargo, Milei tampoco salió bien parado por el escándalo del aumento. Mientras fustigaba el incremento de las dietas desde la oposición se reveló que los funcionarios del Poder Ejecutivo también habían recibido una mejora en sus salarios, en este caso superior al ordenado por los jefes parlamentarios para los legisladores.
Fue la la diputada kirchnerista Victoria Tolosa Paz quien acusó al jefe del Estado de haber llevado adelante una “escenificación pública” y tener una “doble vara” al criticar el aumento a los legisladors y, al mismo tiempo, callar que los funcionarios del Poder Ejecutivo habían recibido un aumento del 48% el último día de febrero. Por esa medida, el salario de bolsillo del jefe del estado había superado los 4 millones de pesos.
“¿Saben cuánto aumentó el salario del Presidente, los ministros, los secretarios y los subsecretarios de Estado? Aumentó 48% entre enero y febrero”, denunció la exministra de Desarrollo Social en la red social X.
La información cayó como una bomba en el Gobierno y la primera reacción de Milei fue responsabilizar por el aumento a una medida adoptada durante una de las presidencias de Cristina Kirchner.
“Me acaban de informar que producto de un decreto firmado por la expresidenta Cristina Kirchner en el año 2010, que establecía que los cargos políticos siempre debían cobrar más que los empleados de la administración pública, se otorgó un aumento automático a la planta política de este gobierno”, fue el descargo del Presidente.
La defensa de Milei le granjeó una polémica pública con la expresidenta. “Lo hacía más valiente Presidente. Resulta que se descubre que usted y sus funcionarios se aumentaron el sueldo un 48%. ¿Y no se le ocurre mejor excusa que echarme la culpa a mí, por un decreto que firmé hace 14 años? Mejor ni le digo a quién me hace acordar, con esto de echarle la culpa a una mujer. Más casta y menos original no se consigue”, fue la dura réplica de Cristina Kirchner.
Al final, el jefe del Estado terminó dando marcha atrás con el aumento de los salarios del Poder Ejecutivo. La novela concluyó con el despido, esta mañana y desde los estudios de LA NACION + en una entrevista en vivo, del secretario de Trabajo, Omar Yasín, por haber homologado el decreto con los incrementos.
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