Los rubros prendas de vestir y calzados, restaurantes y hoteles, y bienes y servicios varios son los que más se incrementaron el año pasado a nivel regional y nacional. De acuerdo al índice de precios al consumidor que elabora el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) la ropa y el calzado registraron en diciembre pasado una suba del 123,8% respecto al mismo mes de 2021 en las provincias del Noroeste Argentino (NOA). Le siguen el sector gastronómico y hoteles con el 107,7% y bienes y servicios varios con el 101,2% de aumento.
Una carrera que parece no tener fin en el país de la inflación, aunque el ministro de Economía, Sergio Massa, diga que «su carrera» es la del desarrollo económico de Argentina. Los porcentajes informados por el Indec hablan por sí solos. Las subas registradas en los rubros arriba mencionados superan incluso el promedio nacional del 94,8% y el regional del 95,1%.
El jueves se conoció que la inflación de diciembre fue del 5,1%, con lo cual el 2022 cerró con un índice anual de 94,8%, la más alta en los últimos 32 años. La incertidumbre no se puede evitar en el año electoral que recién está arrancando. Los precios están por las nubes y hay algunos rubros que traspasaron la barrera del ciento por ciento, como ahora lo muestran las mismas cifras oficiales.
Desde la Cámara de Comercio e Industria de Salta, Paula Dantur no supo decir por qué la ropa y el calzado son los que más aumentan en la región, pero sí mencionó que en Salta se da una particularidad por ser una provincia fronteriza, por donde ingresa gran cantidad de mercadería ilegal de contrabando que no se declara y que seguramente no se contempla en el informe del Indec. Salvo algunas fechas en las que se trabaja mejor, dijo que «no fue un buen año de ventas» para el rubro textil y de zapatos que trabaja legalmente a nivel local.
Por su parte, el titular de la Cámara Hotelera Gastrónomica de Salta, Juan Lucero, señaló que los incrementos en su sector se dan porque las materias primas aumentan constantemente, aunque ellos tratan de no trasladarlos en la misma magnitud al bolsillo de los clientes, por ejemplo a las cartas de los menús, se ven obligados a actualizar precios. Para ejemplificar un poco más contó que en el último tiempo una cerveza para vender en un bar o restaurante aumentó cuatro veces y los comerciantes no pueden darse el lujo de cobrar menos porque después no podrán reponer la mercadería.
Si bien se ve movimiento en la calle y que la gente sale a comer y a divertirse, manifestó que «se cuida más a la hora de gastar» y así también en la hotelería. Lucero apuntó contra la inflación que afecta a todos los argentinos, descartando cualquier posibilidad de especulación de precios en el sector.
El índice de precios al consumidor (IPC) de la República Argentina mide la evolución de los precios de un conjunto de bienes y servicios representativos del gasto de consumo de los hogares residentes en áreas urbanas. El relevamiento está distribuido en 39 aglomerados urbanos de todas las provincias del país. Cada mes se observa una cantidad aproximada de 320.000 precios en los puntos de recolección. Se efectúa todos los días hábiles del mes y abarca negocios tradicionales de distintos rubros como verdulerías, carnicerías, panaderías y otros.
A nivel nacional
La división de mayor aumento en el mes fue restaurantes y hoteles (7,2%), seguida por bebidas alcohólicas y tabaco (7,1%). A su vez, en diciembre se destacó el incremento del servicio doméstico, que impactó en equipamiento y mantenimiento del hogar (5,9%); de los combustibles, con incidencia en transporte (5,8%); y de la cuota de medicina prepaga, dentro de la división de salud (5,7%). La suba de alimentos y bebidas no alcohólicas (4,7%) fue la que más incidió en la mayoría de las regiones. Se destacó el aumento de frutas; aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos; pan y cereales; y, en algunas de las regiones, verduras, tubérculos y legumbres.
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