Fue un entretenido 1-1 que dejó con sabor a poco al equipo de Quinteros. Abrió la cuenta Uvita Fernández para la visita y lo igualó Thiago Fernández tras una gran jugada. El Globo, si vence el lunes a Central Córdoba, quedará a un punto.
Hay aplausos en el final. No cantó Emilia, tampoco Aventura, pero Vélez tuvo música. Faltó estar un poco más fino en el área, claro. ¡25 veces buscó el arco! Ahí mismo, sobre el escenario donde se definen los partidos, el que se lució fue Juan Espínola, el enorme número uno de Belgrano. Y el empate en casa, el segundo consecutivo, dejó al campeonato abierto. Seguirá siendo puntero al cabo de esta 19ª fecha, pero Huracán –especialmente- y Talleres están expectantes.
Tantos recitales conspiraron contra el terreno. La lluvia de esta semana no ayudó. Sobre un césped que suele ser un billar, hubo barro y parches. Sin embargo, Vélez se las arregló para hacer fluir su juego. Mereció más y terminó resignando una victoria. Belgrano se llevó una gran ganancia para Barrio Alberdi.
Los cordobeses sorprendieron en el amanecer del partido. Salieron decididos a presionar y plantarse en el campo rival. Y cuando apenas se habían disputado cuatro minutos, encontraron gol con una gran proyección de Gabriel Compagnucci, que desbordó a Aaron Quirós, y una bomba de aire de UvitaFernández explotó en el arco de Tomás Marchiori.
Vélez se vio aturdido, apurado y le costó acomodarse ante un rival incómodo. Hasta que empezó a conducir Claudio Aquino, el futbolista más cerebral. Hay una virtud –por encima de muchas- en el volante nacido en Adrogué. Tiene un mapa de la cancha en la cabeza. Gambeta corta o pase largo para abrir, siempre está bien ubicado y tiene pegada, claro.
En este contexto, muy a pesar del agrupamiento en bloque de Belgrano, Vélez comenzó a llegar al área de Juan Espínola. Y llegó la primera polémica de la noche, un penal que no admite discusión. Mucho menos con VAR.Thiago Fernández sacudió desde la puerta del área y Mariano Troilo abrió el brazo para bloquear el remate. Braian Romero capturó el rebote, pero el número uno paraguayo estuvo impecable para tapar.
Fernando Echenique cometió un grave error. La posición del brazo del zaguero cordobés no sólo era antinatural; además, pareció deliberada. Tampoco para Héctor Paletta, a cargo de la revisión de las imágenes en Ezeiza.
Vélez no se quedó empacado en las discusiones con el referí. Fue por más. Siempre con Aquino como eje del juego, con Francisco Pizzini algo más activo y Thiago Fernández como segunda guitarra. Hizo méritos para lograr el empate, pero Espínola tuvo una tarea extraordinaria.
En un minuto, el paraguayo tapó tres pelotas difíciles. Primero, bloqueó un remate de Pizzini y se recompuso con gran agilidad para mandar al córner un sablazo de Romero. De esa jugada, llegó otra gran volada para evitar que el tiro de Aquino se clavara en su arco.
Belgrano, a esa altura, estaba acorralado y le costaba recuperar la pelota. Eso sí, cuando lograba imponerse en el anticipo, fluían el contraataque. Esteban Rolón tuvo una tarea destacada en el quite y la distribución del primer pase. Compagnucci fue profundo por un sector en el que aprovechó la ausencia de Elías Gómez. Sí, Quinteros tomó una decisión disciplinaria y marginó al lateral que lo insultó contra River en el Monumental. No obstante, tuvo que improvisar con Quirós, forzado en un puesto que no siente.
Arriba, con Uvita moviéndose por todo el frente de ataque y Franco Jara forzando a los centrales, los cordobeses inquietaban. Y después de otras dos tapadas de Espínola, Francisco González Metilli estuvo cerca de marcar el segundo con un tiro de media distancia que pegó en los dos palos.
Quinteros advirtió que Quirós era una invitación al desborde y metió un cambio osado. Entró Jalil Elías, mediocampista central, y ubicó a Agustín Bouzat como lateral volante. Y el empate llegó muy pronto, con una gran jugada de Aquino que Thiago Fernández, taco y pared mediante con Romero, resolvió con una gran definición.
Juan Cruz Real no quiso arriesgar. Sacó a Uvita y metió a Facundo Quignón para reforzar el medio. Obligó a Vélez, entonces, a jugar por las bandas. No estuvo preciso Pizzini, volcado a la derecha. Así y todo, tuvo dos chances. Una terminó apenas desviada y otra entre las tenazas de Espínola.
Vélez se quedó en las puertas de la victoria. Al final del camino, se sabrá cuánto duelen (o no) estos puntos perdidos.
Fuente: Clarín
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