En horas de la mañana, un grupo de familias se movilizaron hasta el Instituto Provincial de la Vivienda para exigir una mesa de diálogo con el titular del organismo, Gustavo Carrizo.
Más de 500 familias son las que se encuentran viviendo en condiciones paupérrimas en el asentamiento ampliación Parque La Vega, sin luz, sin agua y muchos sin trabajo. Son carentes de recursos y la pandemia los hizo más vulnerables. “Nos discriminan por pobres”, aseguran.
InformateSalta dialogó con Ariel, uno de los voceros de los asentados, quienes ésta mañana se movilizaron hasta el IPV para exigir soluciones. “Nosotros queremos trabajar con calidad y transparencia, queremos que hagan un censo para que tengan el número real, para que vean la necesidad, vivimos en carpas, no tenemos agua potable, no tenemos luz”, expresó.
Se sienten olvidados, abandonados “a la suerte de Dios, hoy dijimos basta, no tenemos punteros políticos. Yo vivo en una carpa sobre una tarima, con mis dos hijos y mi señora, todos los días salgo a trabajar hasta la noche, no queremos nada gratis, queremos pagarlo, no pedimos que nos regalen nada. Queremos un pedazo de tierra para que nuestros hijos vivan dignamente, queremos pagarlo”.
El desempleo y el trabajo en negro son un común denominador en las familias que tienen que recurrir a la ocupación de terrenos como única solución posible. “Soy un trabajador en negro, si salgo a trabajar y tengo un accidente de tránsito, si llego a perder la vida, mis hijos van a quedar en la calle. Queremos pagar impuestos, ser partes de la ciudad. La misma pandemia nos arrojó donde estamos. Los alquileres aumentaron y ya no lo podemos pagar, yo gano $600 por día trabajando más de 8 horas. Vivimos de la solidaridad de la gente, de mis familiares que nos regalan ropa”, describió Ariel a InformateSalta.
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