La Celeste se impuso con autoridad por 2-0. Darwin Núñez y De la Cruz, los goles. Neymar Jr. salió lesionado en su rodilla y se teme algo grave.
El estadio Centenario fue una verdadera fiesta, por el triunfo de Uruguay sobre Brasil por 2 a 0, con goles de Darwin Núñez y Nicolás de la Cruz, para quebrar una racha de 22 años sin victorias ante Brasil, desde 2001, cuando se impuso 1-0 con gol de Federico Magallanes. Los brasileños cerraron una fecha eliminatoria para el olvido, con un punto apenas de seis. Además, la Canarinha llevaba 37 partidos sin perder por la Eliminatoria Sudamericana, la mayor racha de la historia.
Hasta el minuto 41 del primer tiempo no había pasado nada. Ni un tiro al arco. El equipo del Loco Bielsa salió decidido a presionar bien arriba para tratar de cortar el circuito de juego de los brasileños desde la gestación. Pero las dos veces que logró adueñarse de la pelota, no resolvió bien. Los jugadores visitantes no tenían problema en salir jugando, con confianza, con paciencia, y dos veces rompieron la presión alta y lograron el pase hacia Casemiro que sorprendió por detrás de la línea media local. Tampoco logró resolver en el área rival.
En ese juego de ajedrez, ninguno se sacó ventaja. Los uruguayos, además, le agregaron cuota de garra, es decir, empezaron a raspar, a pegar, a no dejar jugar a sus rivales. Y esperar una oportunidad, que llegó a los 41 minutos, cuando Maxi Araujo desbordó por izquierda, ganó en velocidad, tiró el centro atrás y Darwin Núñez definió de cabeza.
Fueron cinco minutos fatales para Brasil. Porque en el final de la etapa, se lesionó Neymar. No tuvo que ver el juego fuerte uruguayo, el delantero encaró, gambeteó con la derecha y cuando pisó con la izquierda, enseguida sintió un dolor. Y pidieron el cambio. Con el gol en contra y la lesión de su figura, el equipo de Fernando Diniz quedó golpeado.
En la parte final Uruguay manejó el partido con tranquilidad los primeros 20 minutos. Pero esa superioridad no la concretó con goles, aunque mantuvo lejos de su propio arco a Brasil, que recién tuvo su primer tiro al arco a los 23 minutos, con un tiro libre de Rodrygo que pegó en el travesaño.
Después de esa aproximación, creció Brasil, exigió el arquero Rochet que tuvo una salida peligrosa y de esa acción llegó el segundo de Uruguay: lateral desde la derecha al área, Núñez defendió el balón con uñas y dientes, ganó, metió un centro atrás rápido, que conectó De la Cruz y marcó el segundo.
Tras el 2-0, la Celeste bajó la cortina y celebró una victoria histórica.
Después de 40 minutos donde había habido mucha intensidad y pocas chances, una jugada con el sello de Bielsa hizo festejar a la Celeste: Maximiliano Araújo desbordó por izquierda y Darwin Núñez encontró la definición en el corazón del área.
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