El mandatario aseguró que el Milagro no solo es una cuestión de fe sino que representa la cultura de los salteños.
El gobernador Juan Manuel Urtubey participó esta mañana de su última Misa estacional en honor al Señor y la Virgen del Milagro, en la Catedral Basílica en carácter de máxima autoridad de la provincia.
Como es habitual, la celebración fue presidida por el Arzobispo de Salta, Monseñor Mario Antonio Cargnello. El sacerdote cedió la palabra de la homilía al presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, quien aseguró que existe la «necesidad de ponernos bajo la mirada maternal de María y su rostro amoroso, en los momentos difíciles por los que atraviesa nuestra Patria». «Hoy podemos poner bajo la mirada de la Madre del Milagro nuestras sombras, preocupaciones, desaliento, cansancio y angustias y para rogarle que podamos vencer las enemistades entre los argentinos», agregó.
El color de la celebración lo pusieron los miles de peregrinos que desde temprano llegaron a la Iglesia Matriz para reencontrarse con los Santos Patronos de Salta y el domingo renovar el Pacto de Fidelidad con el Señor y la Virgen del Milagro.
En su última participación como gobernador, Urtubey aseguró que esta festividad no solo tiene que ver con la fe de los salteños sino que forma parte de nuestra cultura.
La celebración continuará el sábado con la Exaltación de la Santa Cruz y el domingo la Solemnidad del Señor y Virgen del Milagro.
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