Consejeros estudiantiles de la universidad pública solicitaron al rector información sobre convenios firmados el año pasado.
Representantes estudiantiles del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) enviaron el martes una nota al rector, Víctor Hugo Claros, para pedir información sobre temas que les preocupan.
En su función de contralores, Francisco Rendón e Ignacio Ñacolo solicitaron informes sobre los recursos destinados el año pasado a Becas Plan de Salud, el convenio de cooperación firmado en 2019 con el Instituto Médico de Alta Complejidad (IMAC), el Programa de Salud Estudiantil y el envío de datos de estudiantes preinscriptos a Saeta.
«Queremos saber cómo se están administrando los fondos públicos de la universidad y si cumplen con el destino para el que son asignados», manifestaron los estudiantes, dirigentes de Franja Morada, partido opositor al del rector.
Desde el Rectorado aseguraron que recibieron el pedido de informe, pero que el rector aún no lo vio personalmente porque hoy llega a Salta de un viaje.
Por medio de la nota, los consejeros buscan saber más sobre la reglamentación y la ejecución de fondos de «Becas Plan de Salud», una actividad que figura en el presupuesto de 2019, aprobado por el Consejo Superior de la UNSa mediante resolución N§ 186-19, con un monto de 5 millones de pesos.
Según dijeron, no consta «información pública y oficial en las páginas de la Secretaría de Bienestar Universitario, ni en ningún otro sitio, condiciones de acceso a la misma».
Pidieron saber la cantidad de beneficiarios de las Becas Plan de Salud e informes del reglamento o instrumento legal expedido por la UNSa que explicite las condiciones de acceso a ellas y la entidad que evalúa los pedidos.
Los estudiantes solicitaron información sobre cómo se implementa el convenio de cooperación con el Emprendimiento Adolfo Gemes SA – IMAC, aprobado el 13 de junio del año pasado, mediante Resolución Rectoral N§ 0757-19.
El acuerdo, que dura tres años, tiende a «concretar acciones tendientes a promover proyectos de investigación, docencia y extensión en temas de interés común».
Espacio multifunción
A los estudiantes les llamó la atención que este año «apareciera» una oficina de Saeta, en el lugar donde, según dijeron, a mediados del año pasado había oficinas del «Programa de Salud Estudiantil – IMAC».
Los jóvenes pidieron que se informe sobre la existencia -o no- de un protocolo adicional que implemente el Programa de Salud Estudiantil, con las características y condiciones del mismo. Explicaron que este plan de salud fue una iniciativa del movimiento estudiantil en 2011.
Quieren conocer a las personas que habrían sido designadas para este programa.
Además, pidieron información sobre el destino y funcionamiento de la librería universitaria, que funcionaba en el mismo espacio.
Traspaso de datos
En una de las últimas resoluciones del Rectorado del año pasado -N§ 2050-19-, que aprueba el convenio de colaboración entre Saeta y la UNSa, advirtieron que esta se comprometió a entregar a la empresa, «en soporte digital y documentada en papel, el padrón de estudiantes universitarios preinscriptos», donde constará nombre, apellido, DNI del alumno y facultad en la que se preinscribieron.
Los consejeros pidieron el «marco legal e instrumento que autoriza al traspaso de datos personales y confidenciales de los estudiantes de la UNSa (ingresantes y recursantes) a la empresa privada Saeta SA, sin previo consentimiento de los involucrados».
Plantearon que esta es la primera vez que sucede algo así. Antes, cada estudiante iba a las oficinas de Saeta para dejar sus datos personales y la constancia de alumno regular o de ingreso a la universidad, a fin de obtener el pase libre.
«Nosotros defendemos el boleto estudiantil gratuito. Sabemos que es una lucha histórica del movimiento de estudiantes, pero, cuando se trata de información confidencial, hay algunas cuestiones más sensibles de fondo», señalaron.
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