Se trata, en realidad, de una fisura de labio, acompañada muchas veces de otra en el paladar, explicó por Profesional el Dr. Gabriel Chagra Dib. Explicó que no se puede cambiar la genética pero, si se trabaja en los factores ambientales podrían bajar los casos.
El mal llamado “labio leporino” es una malformación congénita. Se trata, en realidad, de una fisura de labio, acompañada muchas veces de otra en el paladar. En el norte de Salta, 1 de cada 600 niños nace con este problema, que puede subsanarse con cirugía y rehabilitación.
Así lo señaló por Profesional el cirujano pediátrico, exministro de Salud de la Provincia y presidente de la Fundación AUREA, Dr. Gabriel Chagra Dib, quien explicó que este alto porcentaje de nacimientos con esta malformación se da en lugares donde se potencian los genes de personas que tienen un antecedente familiar y suelen emparentarse entre ellos.
En ese sentido, resaltó que en lugares en especial rurales como el sur de Bolivia o pueblos en México, se observa 1 caso cada 80, siguiendo esta tendencia de baja migración. Por ello, el especialista señaló que lejos de disminuir el número en Salta, podría ir en aumento.
No obstante, el médico resaltó que al ser una malformación hereditaria y multifactorial, existen factores ambientales que, de ser contenidos y controlados, puede influir en la disminución de personas con esta fisura.
Lejos de ser sólo una cuestión estética, esta anomalía trae aparejados otros trastornos, como dificultades para comer y hablar y problemas auditivos, señaló el pediatra y llevó tranquilidad a los padres y personas con esta malformación, debido a que actualmente se realizan operaciones en hospitales salteños para sobrellevar la situación.
Explicó que las fisuras de labio y paladar se encuentran entre los defectos congénitos más frecuentes, con una incidencia de 1,7 cada 1.000 nacimientos a nivel planetario. Actualmente, Chagra Dib expresó que lleva un prontuario de 5000 cirugías realizadas y con la fundación, más de 100 cirugías en el interior de la provincia.
En el caso de los tratamientos para subsanar estos problemas orales, el especialista aseguró que en general se requiere de cirugía máxilofacial y rehabilitación para mejorar las capacidades del habla y otros aspectos del desarrollo integral.
Destacó que el diagnóstico prenatal es importante para iniciar un tratamiento adecuado y temprano, dentro de los primeros días de vida del niño. Instó a visitar la sede de la Fundación, en Rivadavia 413, donde la primera consulta es gratuita.
¿Qué medidas pueden ayudar a reducir este tipo de malformaciones?
- El consumo de ácido fólico (400 microgramos diarios), una variante de la vitamina B que es fundamental en la formación de los tejidos y que previene además otros graves problemas congénitos, como la espina bífida.
- No fumar y evitar el alcohol durante el embarazo. En esta etapa, consultar al médico por la toma de medicamentos para enfermedades crónicas.
Agregue un Comentario