Lo aperaron al costado de las avenidas para saludar al campeón. Cientos de vehículos siguieron la caravana hasta el monumento a Güemes.
Bengalas de humo, banderas, familiares y amigos y una autobomba preparada. El recibimiento de quienes conocen la trayectoria de Kevin Benavides estaba asegurado. Lo que no se podía intuir era cuántos salteños iban a acompañar al campeón del Rally Dakar en su arribo a la provincia y las expectativas fueron superadas porque la recepción estuvo a la altura de un título inolvidable.
El mejor piloto de latino aterrizó en el aeropuerto Martín Miguel de Güemes a las 19.20 junto a su hermano Luciano, quien también participó en el Dakar que por segundo año consecutivo se realizó en Arabia Saudita.
Los hermanos saludaron a sus padres en una sala privada y afuera de la terminal aérea fue recibido por sus amigos al grito de “dale campeón, dale campeón”.
De inmediato subieron a Kevin y Luciano a la autobomba y comenzaron el recorrido con familiares y amigos, pero en la rotonda de ingreso al aeropuerto fue el primer impacto que tuvo el piloto que dejó a Salta en lo más alto del mundo.
Cientos de motociclistas (al menos 300, según confirmó la Policía de Salta) esperaban en avenida Banchik y sobre el costado de la ruta miles de salteños con banderas del Dakar, flameadores de Argentina y Salta.
La imagen se repitió durante los 5 kilómetros que separan la plaza Martina Silva de Gurruchaga (la rotonda del aeropuerto), a la rotonda de Limache, con más de 50 autos, camionetas y hasta bicicletas que acompañaron el trayecto.
En la avenida Tavella también esperaron cientos de fanáticos, muchos con la remera del Monster Energy Honda Team, el equipo oficial de Kevin Benavides, y otros con el número 47 que usó el salteño en esta edición y que también le había dado frutos en su debut de 2016.
Los salteños también esperaron en avenida Yrigoyen y del Bicentenario. La caravana estaba prevista que siga hasta la plaza del Deporte en Tres Cerritos, pero la autobomba dobló en el monumento a Güemes y los pilotos disfrutaron con algunos familiares hasta que comenzó a llegar la gente en masa, pese a que hubo vallados para impedir aglomeramiento. Allí la banda de música de la Policía entonó el himno nacional argentino, cuya bandera quedó situada en lo más alto del podio en Jeddah, Arabia Saudita, el pasado viernes.
“El recibimiento de la gente fue increíble, con una sensación realmente muy linda el ser recibido con esta cantidad de personas y muy feliz de verdad”, dijo Kevin Benavides, según publicó El Tribuno.
“Hay mucha gente, no solo amigos y familiares por eso agradezco a todos los salteños que han llegado a saludar”, agregó.
Sobre el final de la noche, mientras Kevin y Luciano firmaban autógrafos y se sacaban fotos, los gritos de “dale campeón, dale campeón”, continuaron.
El menor de los hermanos, quien no pudo completar este Dakar, se mostró más alejado del reconocimiento, aunque también la gente valoró su profesionalismo y de paso le recordó que en 2019 se consagró campeón Mundial de Rally en la categoría juniors
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