Es de identidad reservada, habló que la víctima reclamaba un faltante de 20 kilos de droga. En el 2020 viajó a Orán con 20 mil dólares para pagar un cargamento.
Al testigo de identidad reservada se lo escuchó a través de una voz en off.
– Fiscal: ¿Como los conoce a David, Santiago y Roberto Bejarano?
– Testigo: Ellos tienen motos
– Tribunal: No se entiende
– T: Hola
– F: ¿Puede hablar de manera pausada acercándose al micrófono?
– T: No se entiende
El diálogo obedece al intercambio entre la presidenta del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1), jueza Mónica Snopek, y el testigo de identidad reservada que declaró ayer en la causa por el crimen de Darío Esteban Monges. Por momentos el intercambio fue poco claro, cuestión que pudo deberse al soporte tecnológico -su voz salía en off- pero también a los nervios que el declarante dijo tener.
En la misma jornada también declararon profesionales del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) que trabajaron aquel mediodía del 3 de septiembre de 2022 cuando fue hallado el cuerpo del gestor político con cinco tiros en su cabeza, el cadáver estaba dentro de una Ford EcoSport en el barrio El Círculo I. Los acusados son Roberto Catalino Bejarano y sus hijos, David y Santiago, acusados por homicidio agravado por alevosía, el número de participantes y haber sido con un arma de fuego, en grado de coautores.
A pregunta de la Fiscalía, dirigida por Eduardo Villalba –titular de la Procunar NOA- y los fiscales auxiliares Mariana Gamba Cremanschi y Jorge Vilte Monier, el testigo sostuvo que los imputados tienen un taller de motos, donde trabajaban David y Santiago y el padre dueño de la casa donde está el taller de motos, en avenida Constitución.
El hombre refirió que los Bejarano vendían drogas: marihuana, pasta base y cocaína, y ante la consulta ¿si alguna vez trabajó para ellos? Respondió que «sí». Fue en el 2020, plena pandemia, cuando «les hice un viaje a Orán, llevé plata para un cargamento», sostuvo. En esa oportunidad el testigo dijo que llevó 20.000 dólares, por ese trabajo le pagaron entre 30 y 40 mil pesos. Luego señaló que realizó un segundo trabajo pero que no le pagaron.
Ajuste de cuentas
Según refirió el testigo a Darío Monges lo asesinaron los Bejarano. «Monges le reclamó 20 kilos que faltaban de los 40 -droga-. Fue a buscar a David y a Santiago al taller que tienen en la avenida Constitución». Sostuvo que mientras tomaban cerveza adentro de la camioneta de Monges, «discutieron, David iba adelante y Santiago atrás, en la discusión David le disparó a Monges», expresó y agregó que se trató de un «ajuste de cuentas».
Al ser consultado ¿cómo se enteró de eso? Sostuvo que David era muy amigo de Marcos González, «y como siempre a David le gustaba contar todo». A su vez fue éste último quien le contó a él. «Marcos me dijo que andaba –por David- muy nervioso, escondido, sin celular».
De acuerdo a los peritajes que se hicieron en la escena del crimen, los asesinos utilizaron dos armas de fuego para perpetrar el atroz homicidio. Una calibre .25 y otra .22, dentro de la camioneta quedaron rastros sin embargo ninguna de las dos pistolas fue hallada.
Cuando al testigo encubierto le preguntaron por el arma asesina, sostuvo que se «la llevó Facundo Abadía a la finca que está en La Caldera». Dijo que era el otro domicilio de los Bejarano, ubicada en los Yacones.
En la finca los imputados, según el testigo, se dedicaban a hacer «acopio, guardaban las armas y hacían campo de tiro».
Cuando la defensora Clarisa Galán le preguntó al testigo por qué dejó de tener contacto con sus clientes, el hombre sostuvo por un lado porque no le pagaron el segundo trabajo que hizo para ellos, y porque también le robaron unas motos que él les llevaba al taller.
Contó que los Bejarano ya vendían drogas desde mucho antes, desde el 2017, y si bien él nunca tuvo contacto personal con ellos «me hacían llegar por terceros», sostuvo.
En su relato el testigo contó que se enteró por la televisión acerca del crimen de Monges. -¿Cuando vio la noticia por la tele fue algún policía a su casa?, preguntó la defensa y el testigo afirmó que «sí». En ese momento la policía le preguntó por unos disparos que según el testigo David lo inculpó a él de haberlos realizado, y también le preguntaron sobre el permiso que tenían en plena pandemia.
El testigo volvió a confirmar que la discusión entre Monges y los hermanos Bejarano era por un faltante de droga (20 kg). – Además Marcos le contó que todos tomaban cerveza. «Sí», dijo la voz en off. Respecto a una botella de cerveza encontrada en la escena del crimen, y peritada, una de las bioquímicas del CIF dijo que no se encontraron rastros de ninguno de los imputados.
Fuente: El Tribuno
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