El jueves 3 de noviembre una pequeña de 12 años, perteneciente a la comunidad wichi, fue hallada a unos 600 metros de la escuela de Bajo Grande número 4670, en Santa Victoria Este.
La niña estaba tirada sobre un camino de tierra, inmóvil, había sido golpeada y al parecer violada. Fue trasladada de urgencia en vuelo sanitario hasta el hospital Juan Domingo Perdón de Tartagal. En las últimas horas, y tras su recuperación, la pequeña víctima declaró en cámara Gesell donde dio el nombre de un hombre mayor de edad, con lo cual cambia el proceso judicial llevado a cabo hasta el momento.
Según fuentes consultadas por El Tribuno, la nena mencionó a un hombre, identificado como G., pero al mismo tiempo que lo identificó dijo no conocer el apellido del mismo. En ese momento el juez de Garantías Vázquez Sgardelis ordenó de inmediato que efectivos policiales busquen al sujeto mencionado por la víctima. Al parecer, según las fuentes, los uniformados tenían identificado al sospechoso, lo que desconocían era que se trata de un mayor.
Un fuerte operativo se desplegó en torno al caso y luego de dar con el paradero de G., quien fue detenido y puesto a disposición de la Justicia, los policías informaron al magistrado que se trata de un mayor, con lo cual el juez se apartó del proceso investigativo para dar lugar a la Fiscalía Penal en turno de Tartagal, en esta oportunidad a cargo de la doctora Lorena Martínez, de la Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género.
Entre las primeras diligencias solicitadas surgió que el sospechoso quede detenido para evitar el riesgo de fuga y el entorpecimiento de la etapa instructiva. La causa se encuentra muy avanzada, según indicaron las fuentes, todas las actuaciones, incluida la información surgida en la cámara Gesell, pasaron a manos de la Fiscalía, con lo cual cabe supone que el caso no tardaría en ser elevado a juicio.
Ahora habrá que esperar lo dispuesto por la fiscal Martínez, seguramente la calificación cambiará y a los delitos ya investigados, lesiones y presunto abuso sexual, se le sumará el agravante por la participación de un mayor. De esta manera, la causa se encaminará a un juicio oral y público.
Desde un primer momento un adolescente de 14 años fue identificado e involucrado en el espantoso hecho, el menor seguirá ligado a la causa bajo las órdenes y medidas tutelares del juez Sgardelis, se trata de un acusado que es inimputable por la edad que tiene.
Informe
Los primeros informes oficiales que surgieron desde el Ministerio de Salud de la Provincia indicaban que había signos en el cuerpo de la niña wichi que podría haber sufrido abusos sexuales. Al mismo tiempo, el informe detalló que la menor presentaba «herida de exposición ósea en la zona del cráneo», también en miembros inferiores y «sangrado en la zona genital».
En la vereda del hospital Juan Domingo Perón de Tartagal, la madre de la víctima contó que su hija fue hallada «toda golpeada y ensangrentada». Sostuvo que estaba «tirada en el camino».
Acerca de lo ocurrido la madre sospecha que fueron varios los que actuaron de manera salvaje contra la niña, incluso dijo que creía que eran de la misma comunidad. «Mi hija estaba como un perro, tirada y herida», expresó con el dolor en su corazón.
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