La falta de lluvia continúa afectando a gran parte de la población. Este jueves, un remolino de humo preocupó a vecinos de la zona sur, especialmente a quienes viven cerca del aeropuerto Martín Miguel de Güemes. El hecho se registró a las 14.45, cuando la fuerza de los vientos provocaron un remolino que, al avanzar por un sector donde se produjo incendios de pastizales, levantó los restos de cenizas a pocos metros de la termina aérea salteña.
Al ser consultado por El Tribuno, el experto en meteorología, Edgardo Escobar, sostuvo que «este tipo de remolino se forma por el calentamiento del terreno, se forma una baja presión en escala pequeña donde comienzan a girar los vientos en sentido horario a las agujas del reloj y de ahí el remolino».
Y contó que si bien «son de corta duración, se trasladan con la fuerza del viento». «Si ingresan a un sector de incendio también lo llaman remolino de fuego».
Los remolinos de fuego, también conocidos como «tornados de fuego», se generan a medida que se eleva el aire calentado por el fuego, el aire frío se desplaza para ocupar su lugar, creando un remolino de fuego. «Es uno de los aspectos más dramáticos de los incendios forestales, pero también uno de los más peligrosos».
Respecto a la zona en la que se produjo este remolino, este diario preguntó sobre la peligrosidad teniendo en cuenta que es una zona de arribos y despegues de aviones. Acosta mencionó que «es normal para la época seca», mientras que «para los arribos y despegues no es peligroso dado su corto periodo, quizás afecte la visibilidad en un momento dado, los reventones descendientes y expansivos de una nube de tormenta son peligrosos en los aeropuertos para los arribos y despegues».
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