Cumple una misión de paz dentro de la fuerza en Sudán del Sur.
Daniel Alejandro Gómez, segundo comandante de Gendarmería, oriundo de Salta capital, pertenece a Gendarmería Nacional desde hace 20 años y en las últimas semanas, junto a un equipo de compañeros, cumplieron la misión de subir hasta la cumbre del Kilimanjaro, la montaña más alta de África, donde desplegó una bandera argentina para homenajear a la tierra que lo vio nacer
Diario El Tribuno dialogó con el comandante Gómez, quien se encuentra hace algunos meses en Sudán del Sur, en Juba, la ciudad capital de ese país. Más precisamente en el cuartel general. «Soy jefe del contingente de gendarmes argentinos desplegados en esta misión (UNMISS) y jefe de uno de los equipos de intervención, llamado Equipo Bravo».
Tradición familiar
Daniel tiene 37 años, está casado y es padre de Matías y Facundo. Tomó la decisión de ingresar a las filas ya que pertenecer a las fuerzas es una tradición familiar. «Mi abuelo y mi padre son suboficiales retirados de la fuerza (GNA). Cuando terminé mis estudios secundarios en la Escuela de Comercio Dr. Victorino de la Plaza, a 17 años, decidí unirme a la institución. Cursé en la Escuela de Gendarmería Nacional «General Don Martín Miguel de Güemes», en Ciudad Evita, La Matanza, Buenos Aires.
«Al cabo de tres años de estudios egresé con el grado de subalférez. Mis hermanos y hermana también son gendarmes. Es una tradición familiar», dijo.
Escalar el Kilimanjaro
«Como gendarme tuve la suerte de realizar el curso de especialista en alta montaña en la Unidad de Operaciones Especiales en Montaña en la ciudad de Bariloche (Río Negro)».
Cuando se enteró de que fue seleccionado, junto con sus compañeros de misión empezaron hablar de este viaje, «pero no pude hacerlo con ellos, así que me sumé a otro grupo de personas que comparten la misma pasión por la montaña».
De esa manera el segundo comandante Daniel Alejandro Gómez (37), de Gendarmería Argentina, junto con el mayor William Pires (40) y el capitán Moreno Montenegro (38), ambos de la Policía Estatal de Brasil, y el capitán Alexander Schwerrdt (31) de las Fuerzas Armadas Alemanas, iniciaron el ascenso de monte Kilimanjaro. Sus 5.895 metros de altitud la convierten en la cumbre más alta de todo el continente africano, formando así parte del grupo conocido como las 7 cumbres, y es una de las montañas más alta del mundo.
Esta travesía la realizaron a través de la ruta Machame, que duró seis días, incluido el descenso. Para iniciar viaje primero realizaron una tarea de aclimatación. Si bien el monte Kilimanjaro (el cerro más alto del continente africano) no tiene mucha «dificultad técnica», la aclimatación es un factor fundamental para alcanzar la cumbre.
«El día que lo logramos y llegamos a lo más alto de la montaña sentí la misma sensación de felicidad que cuando vi por TV (desde Sudan del Sur) a la Selección argentina de futbol salir campeón del mundo. La alegría y la satisfacción eran gigantes, pero a esa altitud, con humildad en el corazón, me di cuenta lo insignificante que soy en el mundo. Estaba impactado por tanta majestuosidad, impresionado por tan imponente belleza natural.
Allí el salteño, en la cima de Kilimanjaro, desplegó una bandera argentina. «Como argentino, y más como salteño, sentí un orgullo enorme al desplegar la bandera en la cumbre, una sensación de emoción. En ese momento me vino a la mente mi esposa, que siempre me apoyó y aún me apoya, en mi carrera y en estas aventuras», expresó aún emocionado por la hazaña
Por su profesión suele muchas veces estar lejos, pero gracias a la tecnología mantiene contacto con su familia.
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