Se llama Rosa y aportó datos claves para concretar no sólo la detención de los dos sospechosos, sino también dirigir la búsqueda del cuerpo. Ambos tendrían antecedentes.
La investigación tiene datos que hace sospechar que el cuerpo del turista francés habría terminado en el fondo de un barranco en el paraje El Chorro, a más de 150 kilómetros de Iruya.
Desde el último contacto con su familia, el 8 de agosto es que se tomó como oficial la desaparición de Mathieu Martin, el turista francés de 31 años que viajaba desde Humahuaca a Orán bordeando el río en Iruya.
Pasaron cuatro meses y ocho días hasta el 16 de diciembre, cuando una patrulla, encabezada por el oficial principal, José Paz, Jefe del Destacamento Iruya, llegó a la casa de los asesinos del joven turista de 32 años, Juan y Froilán Cuevas.
Sin saberlo, los policías recorrían el paraje de “Volcán Higuera”, a unos 158 kilómetros al sur oeste de Iruya, como parte de un plan de búsqueda llegaron por segunda vez a la casa de los Cuevas, allí Rosa, hermana de los dos acusados detenidos, reveló que sus dos hermanos sabían “lo que habían hecho con el francés”. “Lo empujaron en Chorro abajo”.
Ante estos datos reveladores, Froilán, quien también era parte de la entrevista con los policías, ya dejó de negar haber visto a Martin y cambió su coartada. “Juan lo apuñaló”, lanzó. Con este argumento, el imputado le dio a la búsqueda un giro de 180 grados.
Para terminar de redondear la denuncia, Rosa volvió a intervenir y aseguró que ambos hermanos estaban ebrios y que en la casa, uno de ellos, al parecer Juan, tenía guardado un binocular y un teléfono celular, probablemente, del joven francés que habría llegado en búsqueda de coordenadas para retomar su camino tras extraviarse.
Un dato escalofriante
Si bien, los investigadores tienen más información respecto a la mecánica del supuesto homicidio, poco se sabe en torno al lugar en donde los asesinos se deshicieron del cadáver, la prueba necesaria para hacer justicia por su muerte.
Hasta el momento, y según lo averiguado por este medio, el autor de la muerte sería Juan Cuevas, quien habría acuchillado al joven turista en el marco de un supuesto asalto, o bien, en una disputa mientras la víctima se hallaba en la casa de los acusados. Su hermana, Rosa, dio algunos datos al respecto, pues indicó que el cadáver habría sido arrojado desde un barranco, en el paraje El Chorro.
Se trata de un lugar al que se acceder por un camino vecinal, previo recorrer la ruta 133 desde Iruya hasta el paraje Iturbe. Según los investigadores, el barranco estaría a unos 150 kilómetro del pueblo cabecera del departamento.
El lugar, de difícil acceso, en tanto, sería un desembocadero en donde el principal acusado, ya se habría desechó de otro cuerpo. Su hermana lo acusó de haber tirado en ese mismo lugar a un familiar, un crimen ocurrido en medio de los cerros que se hallaba impune.
Los próximos días, según dijeron las fuentes, son claves para poder dar con el cuerpo, aunque la búsqueda se presenta compleja, un tanto por las lluvias que trae la etapa estival y otro por la capacidad de los rescatistas en cuanto a los recursos adecuados para el caso.
Al margen de ello, la policía espera dar con los restos del turista, ya sea sus prendas de vestir y resto óseos o de tejidos, lo suficiente como para ser sometido a estudios de cotejo genético, paso previo que develará no sólo la identidad del cuerpo sino también las posibles lesiones que presente.
Para ello, todas las esperanzas están centradas en los distintos grupos de rescates asentados en los distintos parajes de ese departamento, en especial “El Chorro” y “Volcán Higuera”, lugar donde este joven turista encontró la muerte.
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