La joven fue atacada por dos personas
Una mujer denunció que fue golpeada y torturada por dos personas en su casa de la ciudad de Salta tras declarar como testigo protegido en el caso María Cash. Desde el hospital brindó una entrevista en la que aseguró que la joven desaparecida en julio de 2011 «nunca salió de Salta» y «no estaría viva».
La testigo, oriunda de Salta y de entre 45 y 50 años, pidió declarar en una fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires, y luego regresó a su provincia, donde iba a ratificar su testimonio. Allí fue donde la atacaron: le pegaron en la cabeza y le escribieron en la panza «el macho siempre gana».
Según le contó hoy al diario El Expreso, la mujer relató ante el fiscal porteño que escuchó a su ex esposo, un integrante del Servicio Penitenciario Federal, planificar secuestros vinculados a la trata de personas, incluido el de María Cash.
«Todo comenzó cuando me sacaron la tenencia de mis hijos, pese a que yo había denunciado a mi ex marido por violencia de género. Para evitar los golpes y decir ‘basta’, le dije que iba a hablar de lo que había escuchado en esas reuniones en donde se nombraba a la señorita (por María Cash)», recordó la testigo.
«Ellos (su ex pareja y otros dos agentes del Servicio Penitenciario Federal) se organizaban en distintas casas de Campo Quijano para cometer delitos de trata de personas. Ella (por María Cash) no fue la única persona. Hablaban de traslado de bolsas con ropa de mujeres que no se podían tocar», continuó.
La testigo contó que uno de sus hijos reconoció a María Cash. «Aparentemente, era la chica con diferente color de cabello y más flaca. Hablaban sobre la muerte seca; no comprendo mucho sobre el tema, quizás son códigos», precisó.
Sin embargo, aclaró que no hizo la denuncia porque tenía temor. «Había violencia que se ejercía sobre la familia», lamentó.
¿Dónde está?
En cuanto al destino a María Cash, la testigo sostuvo que «no salió nunca de Salta pero no estaría viva». Y añadió: «Hay un auto que era mío y desapareció. En ese vehículo fue transportada María con uno de mis hijos».
También detalló cómo trabajaba la banda. «Siempre cambian la manera de actuar y la táctica. En ese tiempo en el que vivíamos en Campo Quijano había que formar una escena familiar; si yo no podía estar, mis hijos tenían que hacer creer que la persona que llevaban era una mamá», explicó.
Cautela
El abogado de la familia Cash, Pedro García Castiella, fue cauto al opinar acerca de la veracidad de la denuncia y señaló que debe ser sometida a verificación. «No implica un giro en la causa, sino que es una de las tantos testigos que se han presentado», evaluó.
«Hay una persona que se presentó a declarar en Buenos Aires manifestando que sabría lo que le ocurrió a María y le adjudicaba la responsabilidad a su ex marido, con quien tiene una fuerte disputa familiar», reflexionó en declaraciones a Cadena 3. Y aclaró que, antes del ataque y cuando la mujer fue a Salta a «ratificar la presentación», no había querido declarar porque pedía protección previa y asistencia psicológica.
«La vinculación de sus dichos con la causa de María Cash las tenemos que verificar y corroborar. El Juzgado ha llevado adelante medidas para chequear la veracidad de los dichos», insistió.
El caso
La joven diseñadora desapareció cuando tenía 29 años, tras salir el 4 de julio de 2011 desde la terminal de ómnibus de Retiro hacia Jujuy, para dirigirse a la casa de un amigo. Lo último que se sabe con certeza es que varios kilómetros antes de llegar a Jujuy, en la ciudad salteña de Rosario de la Frontera, Cash se bajó del ómnibus porque se sentía «incómoda», según revelaron sus familiares.
Posteriormente, se comprobó que hizo dedo al menos a una camioneta y a un camión, que la trasladaron en primer lugar hacia el este y luego al sur, en dirección a la provincia de Santiago del Estero. El último contacto que la joven tuvo con sus allegados se concretó por correo electrónico cuatro días después de su partida de Retiro.
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