Subió 13 centavos con respecto al último cierre. Los bonos y las acciones siguen en rojo.
El reperfilamiento de la deuda por US$ 101.000 millones que anunció el miércoles el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, no fue bien recibido por el mercado.
Ya en el arranque de la jornada, el dólar subió dos pesos en el Banco Nación, a $ 62, para luego empezar a bajar hasta $ 60,30, que es el promedio que hace el Banco Central de la República Argentina.
Este jueves el Central vendió dólares recién a las 13.45. Hizo una primera subasta de US$ 83 millones y una segunda de US$ 106 millones. La estrategia durante la primera parte de la jornada fue operar futuros y también se vio la incursión de bancos oficiales.
Pero el volumen bajó muestra que hay poca demanda. Y en el mercado la adjudican a que los bancos no pueden desarmar sus posiciones en Letes, Lecaps y demás títulos que fueron reperfilados.
El organismo que comanda Guido Sandleris también subió la tasa de referencia: en la primera licitación de Leliq del día, el promedio fue de 75,45%, con máximos de 79,90%. Finalmente, la tasa cerró a 78,2%.
En el mercado mayorista, que es en el que operan bancos y empresas y al que «copia» después el minorista, la divisa también comenzó con una fuerte alza para luego desinflarse un poco: bajó algunos centavos con respecto a ayer y finalizó en $ 57,90.
Los bonos en dólares bajo Ley de Estados Unidos -que deberán ser reprogramados a partir de negociaciones con los tenedores- caen, mientras que que algunos de los que cotizan con ley argentina estaban subiendo.
La baja de los bonos afuera hizo que el riesgo país a 2.255 puntos básicos, frente a los 2.112 del miércoles. Es el valor más alto desde la reestructuración de la deuda en 2005. Cerca de la tarde
Las acciones muestran fuertes caídas (que ya habían sido anticipadas por su cotización en el premarket): hay retrocesos de hasta 9 % (Supervielle) en Wall Street. Los más golpeados son los bancos.
En Buenos Aires, el S&P Merval cae 5%. Bancos y energéticas exhiben los peores desempeños.
Es probable que los bonos argentinos sigan bajo presión inicialmente hasta que exista «mayor claridad» sobre las políticas futuras debido al aún pesado posicionamiento, según escribieron analistas de Morgan Stanley.
«La decisión aparentemente unilateral de cambiar el perfil de la deuda en ausencia de un plan económico más amplio parece una estrategia poco sistemática y no convincente para la capacidad de pago de la deuda», escribió Siobhan Morden, director de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont Securities, según la agencia Bloomberg.
La probabilidad implícita de impago a cinco años se sitúa en el 92%, según el precio de los credit default swaps de CMA. El mismo indicador para contratos de 1 año ha aumentado al 50%.
«Es casi como si la administración Macri estuviera obligando al equipo de Alberto Fernández a comprometerse previamente con un plan económico impopular antes de las elecciones y compartir la responsabilidad de la crisis económica actual», escribió Morden. «Sin embargo, el comportamiento responsable no es típico de los políticos durante un ciclo electoral».
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