El equipo de Deschamps llegó a la final gracias a su fútbol, pero también se apoya en otras cuestiones.
“Todos tenemos cábalas. El que dice que no, miente”. La frase que repite Alfio Coco Basile, tal vez el hombre más cabulero del fútbol argentino, parece haber encontrado sustento, una vez más, en el Mundial con la selección de Francia. Sí, el elenco que comanda Didier Deschamps es el más supersticioso de Rusia 2018.
1) A las conferencias de prensa previa a los partidos asisten siempre el arquero Hugo Lloris, primero, e instantes después el entrenador galo. No hay sorteos para determinar qué jugador debe enfrentar a los medios: el arquero y capitán sabe que no puede escapar al mandato.
2) La vestimenta de Francia ha cambiado juego a juego; nunca repitió la misma combinación. En el debut ante Australia, utilizó el azul para la camiseta y las medias, y el blanco para el pantalón. Contra Perú usó el azul en las primeras dos prendas con rojo en las medias. Blanco, azul, blanco ante Dinamarca en la fecha final del grupo. En la victoria contra Argentina la camiseta fue azul, el short blanco y las medias rojas. En los octavos lució todo de blanco con Uruguay y en las semifinales todo de azul ante Bélgica. ¿Ante Croacia jugará con camiseta blanca, pantalón azul y medias rojas? ¿O se animará a vestirse todo de rojo?
3) El cambio de Griezmann por Nabil Fekir se repitió en los primeros 5 juegos y se interrumpió contra Bélgica por fuerza mayor: Matiudi salió lesionado cuando faltaban minutos para el final del juego. ¿Caerá el maleficio en la final con Croacia?
4) Adil Rami es el jugador más divertido y excéntrico del plantel francés. Tiene 31 años y es el único futbolista de campo que no tuvo acción en Rusia. Y bastante más: en las tribunas de los estadios rusos lo alienta su novia, la peculiar modelo Pamela Anderson. Antes de cada juego, los franceses se acercan a Rami para acomodarle el bigote y tocarle la barba. Luego de la victoria ante Bélgica, Griezmann habló de esta superstición. “Trae buena suerte. Lo hice antes de los otros partidos y lo haré antes de la final. Somos 5 o 6 compañeros los que le tocamos el bigote a Adil. Lo único que le pido es que se cuide le barba y la tenga más suave”, soltó el delantero de Atlético de Madrid.
Didier Deschamps fue el capitán del equipo campeón del mundo en 1998. Y ese plantel tenía un par de cábalas. Laurent Blanc le besaba la pelada al arquero Fabien Barthez después de los partidos. Pero también había otro ritual, más íntimo, que era digitado por el actual técnico francés: en el vestuario de la se escuchaba una canción “I Will Survive”, de Gloria Gaynor.
La cábala de Francia en 1998.
El fútbol es lindo también por estas cuestiones. Francia está en la final porque es el mejor equipo del Mundial y porque derrotó con autoridad a rivales de mucho peso. Pero por las dudas, Didi ya sabe qué rituales debe mantener.
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