Aunque son pocas denuncian que se hay situaciones de tensión a diario. El Comité para la Prevención de la Tortura emitió un informe.
Fuentes de la cárcel de Villa Las Rosas plantearon un conflicto que hay por la población trans, que aunque sea muy poca, genera tensiones. Por un lado, dicen que algunas internas trans no quieren ir a la cárcel de mujeres, donde se registraron enfrentamientos. Agentes penitenciarios aseguran que los problemas son de todos los días.
Por su parte el Comité para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Inhumanos, Crueles o Degradantes (CPT Salta) advierte una preocupación por el tratamiento penitenciario que reciben las personas privadas de su libertad pertenecientes al colectivo LGTBIQ.
En su informe anual 2022 que se conoció recientemente argumentan que «la institución carcelaria no cuenta ni con recurso humano idóneo ni capacitado para la función, ni mucho menos con medios edilicios acordes a la protección integral de los derechos humanos, lo cual desemboca en una violencia institucional de gran escala».
Miembros del Comité visitaron las unidades carcelarias 1 y 4 (de mujeres), ambas ubicadas en el complejo penitenciario de Villa Las Rosas, para monitorear específicamente la situación de las mujeres trans que cumplen condenas.
«Se constató que a diario reciben un trato discriminatorio por parte de los agentes penitenciarios. En la mayoría de los casos no se acepta ni mucho menos respeta su identidad de género. Se construyen barreras burocráticas ante cualquier tipo de solicitud, peticiones o reclamos», consta en el informe. Además, se informa que en muchas oportunidades se interrumpen los tratamientos de hormonización provocando efectos no deseados y retrocesos abruptos, y en general se reciben denuncias de graves violaciones a los derechos humanos.
En julio de 2022 el Ministerio de Seguridad y Justicia resolvió declarar la emergencia en materia penitenciaria y que se conformara una «comisión de emergencia» integrada por representantes de distintas áreas de gobierno. Su rol sería el de analizar las problemáticas y proponer políticas públicas de mejora, sin embargo, aún no se ha constituido.
En la actualidad, y por orden de un juzgado penal, todos los martes asisten al Centro de Prevención, Asesoramiento y Testeo para VIH y Sífilis (C.e.P.A.T) del Hospital del Milagro, tres personas trans privadas de su libertad: dos en la unidad carcelaria 1 y una en la 4. Reciben asistencia médica, acompañamiento y terapia psicológica.
Al ser consultado por la problemática, el presidente del Comité, Rodrigo Solá, manifestó que «no hay un abordaje especial ni pabellones especiales para población trans o LGTBIQ, entonces nosotros venimos planteando reiteradamente al servicio (penitenciario) que esta es una cuestión sobre la que se tiene que trabajar sobre todo porque son posibles víctimas tanto de violencia institucional como de violencia por parte de otros compañeros y compañeras».
Y añadió que hubo situaciones particulares que han sido presentadas ante el Comité. «Hubo denuncias y se han acompañado en su momento», dijo.
En los últimos días trascendió el caso de un grupo de mujeres trans alojadas en el penal de varones de Villa Las Rosas, que anteriormente habían permanecido en la unidad de mujeres, donde hubo situaciones de agresiones que involucraron a otras internas y guardias también.
«Esa es una realidad. La población trans y LGTBIQ es víctima de violencia en todos los lugares, en todas las unidades donde estuvieron, entonces es muy común esto. Hubo casos de personas que han estado un tiempo en el penal de varones y después pidieron traslado al de mujeres y volvieron a pedir a la de varones porque sufren maltrato y violencia en los dos lugares. Por eso nosotros estamos pidiendo que tengan un tratamiento especial, que sea adecuado a sus condiciones e identidad de género», sostuvo Solá.
Una posibilidad tendiente a solucionar la problemática es la construcción de pabellones o celdas especiales y otra es la de analizar las condenas.
La Unidad Carcelaria 1, creada el 20 de febrero de 1.941, donde se alojan internos. JAN TOUZEAU.
«Muchas veces son condenas cortas o leves entonces para este tipo de población que es mas propensa a ser vulnerada, se pueden considerar medidas alternativas también, el otorgamiento de beneficios, la prisión domiciliaria, las libertades asistidas, es decir, hay distintas herramientas, incluso con control tecnológico, con tobilleras o pulseras si fuera necesario», puntualizó el letrado.
Y agregó: «de esa forma no se sometería a las personas al riesgo permanente que padecen dentro de las cárceles».
Otra de las problemáticas que continúa siendo preocupante es la sobrepoblación en el servicio penitenciario. Existe un 46 por ciento, según datos del Comité. Uno de los puntos más críticos es la Alcaidía de Salta.
Cargando ...
Agregue un Comentario