El equipo de Gandolfi atacó como nadie a los de Demichelis y se llevó un 2-1 merecido. La joya de Talleres metió un doblete y descontó Suárez.
En un partido muy atractivo, de los mejores que se jugaron hasta ahora en el torneo, Talleres venció 2-1 a River en el Mario Kempes y le dio emoción al campeonato. El conjunto cordobés quedó tercero, y el escolta San Lorenzo ahora se ubica a cinco puntos del Millonario, que recibió un llamado de atención después de haber ganado el Superclásico.
Javier Gandolfi, el entrenador de Talleres, le ganó el duelo táctico a su amigo Martín Demichelis y River perdió el partido desde el principio. Es que en el comienzo del encuentro al equipo visitante le costó hacer pie y vivió una situación similar a la que padeció en el segundo tiempo contra Fluminense en Brasil por la Copa Libertadores.
El conjunto de Núñez dejó muchos espacios entre la zona defensiva y el mediocampo, los cuales fueron aprovechados por Talleres. Y de no ser por Franco Armani, el conjunto de Núñez la hubiese pasado tan mal como en el Maracaná.
Desde el primer momento, River exhibió problemas defensivos, con una falla que repitió en varios encuentros, que es la de quedar mal parado en una pelota parada, con los jugadores muy adelantados. Talleres salió rápido de contragolpe y Sosa se fue en velocidad derecho al arco pero Armani llegó antes a rechazar.
Sin embargo, la pelota volvió hacia el volante de Talleres y Barco se lo llevó por delante. Nicolás Ramírez cobró penal pero lo llamó el VAR dado que Sosa primero impacta los tapones de su botín izquierdo sobre el futbolista de River, por lo tanto el árbitro corrigió la situación y cobró la infracción del hombre del equipo cordobés.
Unos minutos más tarde, Armani volvió a estar como en su mejor versión al sacarle un mano a mano a Michael Santos, quien había quedado solo luego de una mala salida de Enzo Pérez, pero el arquero le achicó muy bien al uruguayo y le tapó el remate.
Talleres no solo lo presionaba mucho a River, sino que lo enloquecía con los movimientos de los tres jugadores que estaban por detrás de Santos. Tanto Valoyes como Garro y Sosa manejaban bien la pelota e intercambiaban posiciones permanentemente, lo que complicaba también a la defensa Millonaria.
No pareció ser el mejor partido para que Demichelis prescindiera de Aliendro para jugar con el doble 9 para el ingreso de Salomón Rondón, quien acompañó a Lucas Beltrán en el ataque del equipo de Núñez.
Talleres atacó a River como no lo hizo casi ningún equipo en el fútbol argentino. Pero ante tanta vocación ofensiva también dejó huecos que el conjunto de Demichelis supo aprovechar cuando logró tener combinaciones entre sus mediocampistas, sobre todo las que se vieron entre De La Cruz y Beltrán.
En una de las jugadas en las que se conectaron, dejaron solo a Beltrán, quien no pudo con Guido Herrera, muy atento para sacarle un disparo como también lo había hecho antes con González Pirez luego de una pelota parada ejecutada por De La Cruz.
El uruguayo también tuvo el gol en sus pies con un tiro libre que dio en el travesaño. Las intervenciones de Nacho Fernández, en tanto, fueron más intermitentes porque jugó casi en una pierna todo el partido después de un pisotón de Portillo.
El partido era de ida y vuelta y los arcos estuvieron en cero durante más de 60 minutos por el gran desempeño de los arqueros. Pero el peligro de gol estaba latente. Y la moneda cayó para el lado de Talleres. El paraguayo Sosa recuperó la pelota en la mitad de la cancha, arrancó a pura velocidad y se los llevó a la rastra a Enzo Pérez y a González Pirez y tras un rebote, Garro definió de frente.
Demichelis mandó a la cancha a Suárez y a Solari y casi empatan el partido en sus primeras intervenciones. Pero no estuvieron certeros como Garro, que instantes después metió un tremendo zurdazo que se clavó en el ángulo.
El partido parecía liquidado pero River volvió a meterse gracias al gol de cabeza de Suárez, quien conectó el centro de Casco en una jugada iniciada por Solari y continuada por Pérez y Barco. Y tuvo la chance de igualarlo en la última bola de la noche, pero el cabezazo de Borja pegó en Enzo Pérez. Ahí se terminó. Y Talleres festejó.
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