Durante la época del Milagro en Salta, vemos muchas muestras de fe, amor y devoción. Todas en su totalidad conmueven el corazón de hasta los más incrédulos y emocionan hasta las lágrimas.
Doña Flora tiene una historia de vida muy hermosa y particular, hace muchos años vende claveles que traslada en un canasto en calle Dean Funes y España, y nunca se imaginó que allí iba a cambiar su vida.
“Todos los años venían los peregrinos y yo vendía, hasta que una vez se acercó una señora y me dijo que no podía comprarme dos claveles. Yo le insistía, me empeciné con ella para que me pague, pero finalmente le terminé regalando”, contó.
“Le dije que vuelva el próximo año y me pague, pero no pudo ser porque yo ya me cambié de lugar y estoy en una florería en calle San Martín y Buenos Aires. Estoy agradecida porque estar en este lugar me costó dos claveles y fe”, indicó por SomosSalta.
Por otro lado, contó que su hijo tuvo un accidente muy fuerte, querían córtale el pie, pero durante ese tiempo difícil se aferró mucho al Señor y a la Virgen del Milagro “y por gracia a Dios hoy mi hijo camina, trabaja y está muy bien”, dijo.
Contó que ahora está preparando para los peregrinos de San Antonio de los Cobres 200 cuadritos, 200 gorras y 1.000 claveles. “Reparto esto por mis hijos, la florería, trabajo y salud. Los veo pasar y me dan ganas de regalarle a todos, pero elegí a los de san Antonio porque con ellos empecé el primer año”, concluyó.
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