La aeronave habría sido propiedad de una empresa iraní sancionada por Estados Unidos. Ahora está en manos de la estatal venezolana Emtrasur. El miércoles despegó y a los pocos minutos volvió al aeropuerto Pistarini.
Luego de que diputados de la oposición preguntaran por las maniobras de un avión venezolano, de origen iraní, que voló entre Buenos Aires y Córdoba con el transponder apagado, como si no quisiera se localizado, el Gobierno informó que lo había detenido en Ezeiza para controlarlo.
Un transponder transmite información de identificación de la aeronave a las torres de control.
El Ministerio de Seguridad, a través de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, controló a la tripulación y la carga para ver si transportaban armas u artículos prohibidos, pero comprobaron que llevaban «repuestos para autos», informaron fuentes de la Casa Rosada.
Las preguntas fueron realizadas por Gerardo Milman y otros diputados de la oposición en un pedido de informes presentado en la Cámara baja con destino al Poder Ejecutivo.
De las preguntas de Milman se desprende que la aeronave habría sido propiedad de la empresa iraní sancionada por EE.UU. Mahan Air, que luego —en enero de este año— lo habría transferido a la empresa estatal venezolana Conviasa, en su versión “cargo”, es decir, Emtrasur. Firma esta última también sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los EE.UU..
En forma reciente, el expresidente de Bolivia Evo Morales vino a Buenos Aires en un avión también embargado por los EE.UU..
El exviceministro de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri consultó por “los comportamientos presumiblemente anómalos en un vuelo ‘cargo’ proveniente en principio de México”.
El 6 de junio, un avión Boeing 747 Dreamliner, en configuración cargo, matrícula YV3531, proveniente de México y con destino el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, no pudo aterrizar allí y se tuvo que dirigir a la ciudad de Córdoba. Ese mismo día, por la tarde, la aeronave volvió a despegar para entonces sí llegar a Ezeiza.
Después, el miércoles 8 de junio, despegó del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini y tras sobrevolar el Río de la Plata durante 20 minutos, aterrizó nuevamente en Ezeiza “por motivos desconocidos”.
La tripulación con la que aterrizó en Córdoba, según la información existente, sería mixta: compuesta por nueve tripulantes de nacionalidad venezolana, y siete iraníes.
“Dado el comportamiento enigmático del vuelo, la propiedad cuanto menos confusa de la aeronave y la composición de la tripulación, es que solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto”, agregó el legislador opositor en su presentación.
Milman preguntó si la autoridad aeronáutica puede confirmar «si se trató de un vuelo de carácter oficial o privado”.
En fuentes del mundo aeronáutico, no confirmadas, se afirmó que la Policía Federal había bloqueado el avión y demorado a la tripulación para identificarla. Voceros del Ministerio de Seguridad no contestaron a una pregunta al respecto hasta el cierre de esta nota.
El miércoles 8 de junio el avión habría intentado ir a Uruguay, pero por la propiedad del avión y sus maniobras raras, las autoridades uruguayas le habrían impedido aterrizar en Montevideo. Por eso volvió a la Argentina, según las fuentes.
Transportes Cargo del Sur, o Emtrasur, es una empresa creada en 2020 por el Gobierno venezolano. Es una subsidiaria de Conviasa (la aerolínea estatal venezolana), que está bajo sanciones aplicadas por el Gobierno estadounidense desde febrero 2020.
El avión es un 747-300 de carga, que Emtrasur adquirió a principios de este año. Previamente fue propiedad de la aerolínea Mahan Air, firma que también está bajo sanciones norteamericanas.
Bajo propiedad de Mahan Air este avión «fue utilizado en ocasiones por las Fuerzas Revolucionarias de Irán», señalaron las fuentes.
Ahora, bajo poder de Conviasa, se utiliza en operaciones conjuntas de carga entre Venezuela e Irán. Es raro que un avión de carga tenga 18 tripulantes y se quede tanto tiempo en un aeropuerto.
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