«Están de vacaciones”, había reclamado Silvia Gómez, abuela de Lucio. El 25 de agosto será la audiencia de apelación de las condenas.
Mientras la familia paterna de Lucio Dupuy espera la audiencia de apelación del fallo, Magdalena Espósito Valenti y a Abigail Páez, las dos mujeres condenadas a prisión perpetua por el asesinato del niño de cinco años, fueron separadas del lugar en el que estaban alojadas en el Complejo Penitenciario N° 1 de San Luis.
La madre de la víctima y su pareja fueron cambiadas de pabellón, tal como lo había pedido en el inicio del juicio el Dr. José Mario Aguerrido, abogado de la familia. Esa solicitud apuntaba a que era un «trato VIP» y pretendía que las imputadas no pudieran realizar ninguna estrategia a su favor.
«Están de vacaciones”, había reclamado Silvia Gómez, abuela de Lucio, en enero pasado, antes de que comenzara el juicio. Al mismo tiempo indicó: «Lo venimos gritando, pero siguen juntas. Es lo que ellas querían desde el principio y no pudimos lograr que las separen».
Por su parte, Ramón Dupuy, abuelo del niño, confirmó la noticia y comentó que Espósito Valenti está «en huelga de hambre» hasta que las dejen estar juntas otra vez: «Están separadas de celda pero no de cárcel. Esto es una injusticia más Lucio; ellas estaban viviendo en un Pabellón VIP que se destinaba a las embarazadas, estaban solas, con su televisor, equipo de música y su placard lleno de ropa».
«Yo digo que ningún detenido o detenida debería estar conviviendo con su pareja, más allá de que son del mismo sexo; estaban de luna de piel pero en la cárcel», agregó.
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