OsloSeis cuadros de Edvard Munch desaparecieron de un museo en Noruega

Seis obras del pintor noruego Edvard Munch que forman parte de la colección Stenersen, «La muerte de Marat», «Mujer joven llorando en la cama», «Retrato de la señora R», «Tiergaten-Berlín», «Åge Christian Gierløff» y «Omega llora», desaparecieron de un museo en Oslo, informó el diario «Dagbladet».

Seis obras del pintor noruego Edvard Munch que forman parte de la colección Stenersen, «La muerte de Marat», «Mujer joven llorando en la cama», «Retrato de la señora R», «Tiergaten-Berlín», «Åge Christian Gierløff» y «Omega llora», han desparecido sin que se sepa qué ha pasado, informó hoy el diario «Dagbladet».

Las obras gráficas estaban bajo responsabilidad del Museo Munch de Oslo, que informó que desconoce su paradero, y que ya había admitido que faltaban 26 de la colección, pero una investigación del mismo diario asegura que esa cifra se eleva a 47, de las que 34 pertenecen al autor de «El grito»-incluidas las seis dadas ahora por desaparecidas-, el pintor noruego que es figura clave del expresionismo.

En 1936, el empresario noruego Rolf E. Stenersen (1899-1978) donó su colección compuesta por más de 900 obras al municipio de Aker, más tarde fusionado con el de Oslo y después de varios traslados, la colección pasó en 1994 a la pinacoteca que lleva el nombre del coleccionista, integrada desde 2010 en el museo Munch.

Según la agencia de noticias Efe, el director del Museo, Stein Olav Henrichsen, explicó que no disponen de recursos para hacer una nueva revisión de toda la colección, aunque señaló que se está construyendo una nueva pinacoteca para preservar mejor la obra del pintor noruego más prestigioso.
«La forma en que las autoridades de Oslo han gestionado este regalo artístico es para llorar. Es muy triste», declaró al diario «Dagbladet» Elisabeth Munch-Ellingsen, biznieta de un hermano del pintor y que suele oficiar como vocera de la familia.

El legado de Munch ha sido objeto de varios robos en los últimos años, uno de los más recordados fue en 2004, cuando dos enmascarados se llevaron a plena luz del día del museo que lleva su nombre «El grito» y «La Madonna», dos de sus obras más conocidas.

Si bien las obras fueron rescatadas dos años después, las mismas sufrieron daños irreparables.