Una familia venezolana que emigró a la ciudad de Cali no quiso despedirse de César, que murió asesinado hace 10 días.Pasados más de diez días desde que el joven venezolano César Alexis Blanco fuera asesinado en Cali (Colombia), su cuerpo tuvo que ser sepultado por una orden judicial después de que fuera velado un pequeño templo evangélico por sus padres y seres queridos. Se negaban a sepultarlo porque aseguran que Dios planeaba resucitarlo el pasado martes.
De acuerdo con la cadena colombiana RCN, el pasado 11 de diciembre el joven de 20 años se encontraba sentado en una tienda cuando llegó un hombre y le disparó. “A mi hijo le propinaron tres impactos de bala y murió cuando lo estaban llevando al hospital Carlos Holmes Trujillo. Aunque se desconocen los motivos de este crimen con mi hijo, creemos que se trataría de un caso más de xenofobia”, señaló un familiar. «Ese día terminó de almorzar y salió a la tienda a comprar un refresco y justo en la esquina otro joven, al parecer desquiciado, lo mató», explicó Julio Blanco, padre de César.
La familia de César asegura que, por medio de un mensaje de Dios, recibieron la orden de adorar el cuerpo del joven asesinado con cánticos hasta que vuelva a la vida, razón por la que su ataúd permanece en el templo «Cueva de Adulam», a la vista de feligreses y un número cada vez mayor de curiosos. «Nosotros cantamos y oramos esperando a que se levante y vuelva a la vida», dijo su padre. «Su cuerpo no huele feo porque lo hemos preparado muy bien. Ya han venido médicos forenses y salubridad y verificaron que todo estaba bien, entonces no entiendo si no le estamos haciendo daño a nadie, porque la comunidad se queja».
Se negaban a sepultarlo porque aseguran que Dios planeaba resucitarlo el pasado martes. El pastor de la comunidad religiosa, Humberto Conde, dijo a la prensa que hasta el miércoles 12 de diciembre cuando la morgue les entregó el cadáver de César Alexis, para su respectiva inhumación, no tenían pensado conservarlo en la casa, «pero aparecieron las señales que nos decían que él vive; que él no está muerto», según explicó. «Que Dios haga lo que Dios está haciendo. Si él quiere es posible. Aquí va a pasar lo que Dios quiera. No lo que usted quiera, sino lo que Dios decida», manifestó otro de los asistentes al velorio, a donde siguen llegando más personas sorprendidas. «Yo he sentido milagros. Nosotros le creemos», dijo uno de los allegados que durante 10 días hizo guardia esperando el milagro: «Dios tiene poder y hay que cree», repitió.
La secretaría de Salud del municipio les había advertido a sus familiares que tenían que llevarlo a una funeraria y que debían enterrarlo lo antes posible porque se trataba ya de un asunto de salud pública.
Cargando ...
Agregue un Comentario