El sindicato de pilotos quedó con fractura expuesta. El poderoso sindicato de APLA quedó prácticamente dividido después de la asamblea extraordinaria que estaba convocada. La gran mayoría de los comandantes de Latam renunciaron al gremio que conduce Pablo Biró para iniciar formalmente la creación de una nueva asociación.
De ahora en más lo que viene será una pulseada entre los aproximadamente 1200 que quedaron en el histórico y los algo más de 200 que intentarán la conformación de otra entidad que los represente.
La asamblea, en la que se impone la mayoría compuesta mayoritariamente por los empleados de Aerolíneas Argentinas y Austral, autorizó a la «Comisión Directiva a adoptar todas las medidas administrativas, judiciales y sindicales en defensa de las condiciones y puestos de trabajo de los pilotos argentinos y contra las políticas y acciones, oficiales o privadas, que lesionan los principios de soberanía aeronáutica, promoviendo la extranjerización y degradación del trabajo argentino». Nadie descarta que pueda haber paro en estos días.
El conflicto entre ambas facciones del gremio estalló a mediados de junio. Entonces, los pilotos de Latam presentaron un pedido al gremio con dos solicitudes para tratar. La primera, la utilización de aviones con matrícula extranjera pero que utilicen mantenimiento y tripulación argentina, una modalidad llamada interchange, y la independencia para las decisiones de los pilotos que afecten a Latam.
Pero no hubo acuerdo. Entonces unos y otros empezaron a mover sus piezas. A las 7,05 de hoy, un vuelo procedente de Miami con matrícula chilena fue el inicio de esta modalidad. Por la tarde, la fractura gremial quedó expuesta.
«Con un nivel de participación histórico en nuestra vida interna, los pilotos argentinos definimos en este marco los pasos a seguir en defensa de nuestras fuentes y condiciones laborales ante el proceso de liberalización, flexibilización y apertura total de los cielos impulsado por la actual política aerocomercial», dice el comunicado de Apla.
Los pilotos de Latam empezaron a renunciar. Los del gremio no se quedaron quietos. Facultaron a la comisión directiva para «dar curso al procedimiento administrativo estatutario que juzgue la conducta de aquellos asociados que conformaron un sindicato de pilotos impulsado por la empresa LAN Argentina, atentando contra la unidad de los pilotos argentinos, a efectos de su expulsión». Cartas documentos partieron a los domicilios de los colegas para expulsarlos del sindicato.
La historia está lejos de concluir. Unos intentarán la formación de la nueva Unión de Pilotos Aviadores de Latam (UPAL). Nada hace presumir que sus antiguos compañeros de sindicato los dejarán partir sin oposición.
La palabra de Latam
Desde Latam emitieron un comunicado en el que informaron que comenzaron a operar la ruta Buenos Aires – Miami con vuelos extranjeros. Lo hicieron luego de que, a las 21,25, despegara desde Ezeiza un Boeing 767 moderno con cabina renovada que tiene previsto aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Miami a las 5,55. Se trata del vuelo LA 7820.
Marcelo Moroni, el director de operaciones de la empresa, sostuvo que esto «es una gran noticia» para los pilotos de la aerolínea. «No solo nos brinda una enorme flexibilidad operacional, sino que nos permite sostener y potenciar el trabajo de las tripulaciones argentinas, apuntalando el desarrollo de carrera y sentando las bases para un futuro crecimiento de nuestras operaciones», justificó.
En tanto, Federico Jäger, director comercial, explicó que se realizó una inversión inicial de 72 millones de dólares en la flota para poder contar con estos aviones modernos. Y agregó: «Se ha efectuado un trabajo de rediseño integral de la cabina, lo que junto a un nuevo modelo de servicio a bordo nos brinda la posibilidad de mejorar significativamente la experiencia de viaje de nuestros pasajeros. Además, al sumarnos a la dinámica operacional del resto de LATAM, podemos ofrecer un itinerario más sólido y mayor conectividad conforme el mercado lo requiera».
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