Con un decreto y una Ordenanza ad referéndum el intendente municipal modificó la estructura del Gabinete, es decir la planta política superior, creada en marzo de 2017, cuando había derogado dos ordenanzas anteriores.
La novedad es que, con el rango de secretaría aparece de nuevo la Jefatura de Gabinete y con ello las secretarías pasan a 10.
Pero desde el punto de vista político, quizás la nota descollante de las medidas es la Coordinación General. El área a cargo de Pablo Outes, que figuró siempre en las “llaves” y flujos de los organigramas, pero nunca en las competencias, y así continúa en la descripción de competencias, aunque ahora absorberá a la ARMSA (Agencia de Recaudación Municipal de Salta), lo que presagia, según fuentes municipales, que se agrande la interna dentro del “círculo íntimo” del Intendente,(de no más de tres personas) por los espacios de poder y manejo de los fondos, ya que se considera que son ellos los que en definitiva toman “todas” las decisiones.
A quién le vaya a tocar ser el nuevo Jefe de Gabinete va a tener un amplio espectro de responsabilidades políticas y absorberá una parte importante de las tareas que hacía el secretario de Gobierno.
De hecho esa Jefatura tiene dependencia directa del Intendente y está en el mismo nivel que la Coordinación General, lo que garantiza una amplia franja de disputas de diversa índole.
Según el texto y la formalidad, el Jefe de Gabinete Municipal tendrá ahora entre sus funciones:
Asistir al Intendente en el afianzamiento de la participación popular en la vida estatal y en la gestión del gobierno municipal en consenso con la sociedad civil; coordinar, organizar y convocar las reuniones de Gabinete del Departamento Ejecutivo Municipal; presidir las reuniones de Gabinete en casos de ausencia o delegación del Intendente; gestionar las relaciones con el Concejo Deliberante; mantener relaciones de coordinación funcional sobre todas las Secretarías del Departamento Ejecutivo Municipal; gestionar las relaciones del municipio con los Poderes Ejecutivos, Legislativos y Judiciales de otras jurisdicciones; mantener las relaciones con los cultos religiosos y con el cuerpo consular acreditado en el Departamento Capital; gestionar alianzas y acuerdos con instituciones públicas y privadas; mantener relaciones con entidades gremiales municipales y con organismos similares provinciales y nacionales.
Solo resta ahora que se devele el misterio de quien ocupará el sillón de la restablecida Jefatura de gabinete y si tendrá verdadero poder o solo será un adornó burocrático decorativo frente al verdadero poder del “círculo íntimo”.
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