Sánchez, primo de Rangeón, condenado por el mismo delito. Las audiencias serán en la Sala V del tribunal en Salta capital.
El mismo modus operandi que utilizó Rangeón para violar a una mujer que había conocido en la noche salteña, es el que según el expediente investigativo utilizó su primo, Federico Sánchez, en sus noches de esplendor como relacionista público (RRPP) de un boliche en 2012.
La simpatía, buena oralidad para transmitir el mensaje pero, sobre todo, ser desinhibido a la hora de «encarar» a las personas, sobre todo mujeres, con el objetivo de llevarlas al boliche, eran los argumentos que por entonces utilizaba Sánchez para llegar a potenciales clientes para el local bailable al que representaba, pero también para inducir a sus víctimas.
Sector vip, tragos, after y promesas de mucho divertimento fueron también parte de la estrategia del acusado para perpetrar el delito del que llegará acusado: abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de F.M.P., A.V.M. y R.L.Y., tres mujeres a las que el imputado habría drogado para luego ultrajarlas.
A pesar del «no»
Una de las víctimas que denunció al ex RRPP salteño contó que tras salir de un boliche la invitó a seguir la fiesta en un after, luego se ofreció a llevarla a su casa y en el transcurso del camino se desvió para ir a la casa de él. «Recuerdo que le había dicho que no, quería irme a mi departamento, pero él insistió y de ser un chico amable, amoroso, mostró otro perfil más duro, como que debía aceptar porque me estaba haciendo un favor», contó.
Cuando llegaron a la casa del imputado, éste se bajó de su auto y al cabo de algunos minutos volvió con una botella de agua que le dio a beber a su víctima. «Tomé un montón, tenía mucha sed. Después me llevó a dar vueltas por la plaza de Tres Cerritos, no sabía cómo decirle que me llevara a mi departamento», sostuvo la joven.
Pese a la negativa de la joven para que Sánchez la llevara a un lado y a otro, éste insistía y lo hacía de manera arbitraria. Tras varias vueltas por Tres Cerritos decidió llevarla a su departamento, «yo me iba durmiendo»; cuando llegaron él se bajó pese a la negativa de su víctima. «Eso me molestó mucho, pero me sentía muy cansada, él me siguió, entró a mi departamento y cerró la puerta con llave». Lo que sigue es el calvario posterior que la víctima tuvo que soportar después, tras saberse violada.
La denunciante sostuvo que Sánchez la accedió carnalmente en contra de su voluntad, sin que ella pudiera resistirse debido al estado en que se encontraba (bajo los efectos de alguna sustancia). Sostuvo que cuando despertó sentía un dolor de ovarios muy fuerte. Solo vestía remera y corpiño, no tenía pantalón y su ropa interior estaba cortada.
Se trata de una modalidad que si bien fue denunciada como ocurrida hace más de diez años, en los distintos boliches de la noche salteña sigue ocurriendo ese aberrante engaño, como las tres mujeres que denunciaron a Federico Sánchez, actualmente algunas jóvenes tienen la valentía de hablar y denunciar.
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