Una anciana de 83 años cayó en la estafa, ocurrió el sábado cerca del mediodía. Al parecer el mismo ladrón había intentado antes concretar el hecho.
– A «Hola Caro, ¿sos vos?»
– B «Hola ma, sí soy Caro. Hay problemas en el banco con el cambio de moneda»
El diálogo fue el comienzo del fin de una estafa. La persona identificada con la letra «A» es la víctima. La otra es la estafadora, que se hizo pasar por su hija. Ocurrió el viernes al mediodía, cuando la mujer mayor se encontraba sola en su casa y atendió el teléfono.
La señora de 83 años fue víctima de al menos dos ladrones que a través del «cuento del tío» lograron engañar a la anciana y sustraerle un millón de pesos. El hecho fue el viernes, cuando la mujer se encontraba en su vivienda, ubicada en la calle Los Aceres al 20, en el barrio Tres Cerritos. Según comentaron familiares de la víctima a El Tribuno,hace seis meses ya habían intentado quedarse con la plata.
La hija de la víctima vive al lado, en Tres Cerritos, y en el primer intento escuchó cuando un sujeto se presentó en la casa de su madre. «En esa oportunidad mi mujer lo sacó rajando, le dijo que no volviera a aparecer por la zona», contó Cristian, yerno de la mujer estafada. «En esa oportunidad hicimos la denuncia pero no pasó nada, y creemos que el mismo tipo fue el que volvió ahora y se llevo un millón de pesos».
El cuento
La supuesta hija de la señora de 83 años la convenció de que tenía que cambiar el dinero que tenía ahorrado porque «supuestamente tenía valor» hasta determinada fecha. Asustada, la señora accedió a darle el dinero y la ladrona le dijo que pasaría por la esquina de su casa un muchacho «de confianza». «Asustada, mi suegra preparó los dos fajos de 10.000 dólares que tenía y más de 90 mil pesos en dos bolsas», explicó Cristian.
La dueña del dinero salió y cerró la puerta de su casa, se dirigió hasta una de las esquinas (en inmediaciones de Isabel la Católica), se acercó un joven que vestía, según la señora, una camisa color claro y un saco negro, era de tez morena y de unos 30 años aproximadamente.
Después de entregar dos bolsas blancas con un millón, la señora llamó a su hija para preguntarle si le había llegado, y esta última cayó en cuenta que habían estafado a su madre. Al cabo de algunos minutos llegó al domicilio de la damnificada su yerno, Cristian, quien enterado de la situación se acercó a uno de los «trapitos» -jóvenes que cuidan y limpian autos- para preguntarle si había observado algún movimiento.
Al muchacho le llamó la atención un auto marca Chevrolet Corsa color negro, modelo viejo, estaba estacionado con un hombre «morocho» en la parte del conductor, tenía barba a candado y habló todo el tiempo por teléfono celular. Según el trapito, estaba vestido de blanco y decidió no estacionar, por lo que no le cobró.
Interviene la Fiscalía Penal número 2 y la denuncia fue radicada en la comisaría tercera de esta ciudad. Según fuentes investigativas, estarían tras los rastros de la pareja que logró burlar a la anciana y se llevó $1.000.000..
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