El equipo de Gallardo se impuso 2 a 1. De la Cruz y Suárez anotaron para el ‘Millonario’, mientras que Zárate descontó para el Calamar.
River Plate se sacó un peso de encima. El triunfo, sólido, por 2 a 1 frente a Platense en el estadio Monumental aseguró su clasificación a la Copa Libertadores 2023 y, más allá que parece una utopía, lo mantiene con chances de pelear por el título de la Liga Profesional, que tiene como líder a Boca, con cuatro puntos de diferencia.
Cuando el partido arrancó, la sensación que se percibía era que River había sentido el impacto del triunfo de Boca sobre Sarmiento en Junín. Es que en el Monumental se palpaba cierta falta de motivación. En las tribunas no sonaba la acústica de otras noches y en el campo de juego faltaba fútbol. Jugaba a media máquina el equipo de Marcelo Gallardo. Hasta que en el segundo tiempo se despertó.
Por eso tardó en meterse en el partido. La adrenalina inicial con la que arrancó rápidamente bajó. Parecía desmotivado el equipo del Muñeco. Y la falta de atención se notó. Como en esa jugada en el amanecer del partido en la que entró a puro toque al área rival y De La Cruz no advirtió que Borja estaba en posición adelantada cuando tenía espacio para definir.
Patear al arco fue justamente lo que a River le faltó en el primer tiempo. Sobre todo cuando merodeó el área a partir de algunas combinaciones entre los mediocampistas. Pero fueron escasas. La sociedad entre los volantes que había funcionado en los últimos partidos, no estuvo tan aceitada, a pesar del buen criterio de De La Cruz y los buenos intentos de Juanfer Quintero, a quien River perdió en el entretiempo porque sufrió molestias en la rodilla izquierda. Pero no fue el único cambio que hizo Gallardo para el segundo tiempo, sino que volvió a patear el tablero -como lo hizo tantas veces este año- y metió otro dos (tres en total) de un saque. Los cambios le dieron a River otra energía. Pero le faltaba más movilidad para llegar al arco rival.
Platense le cerraba los caminos a River, sostenido en la solidez de la línea de cinco que armó Omar De Felippe para no exponerse en el Monumental. Y cuando pudo se animó a inquietar a Franco Armani. Primero con algunos tiros libres de Baldassarra y luego con un remate de Gómez de afuera del área o con la presión de sus delanteros para exigir en la salida desde abajo de River.
Sin embargo, el fuerte edificado durante casi una hora se le desmoronó en cinco minutos al Calamar. Y principalmente por errores propios. Primero, Suso se resbaló cuando iba a rechazar una pelota, que le quedó a Barco. Y el ex Independiente envió el centro para la llegada de De La Cruz, cuyo remate se desvío y se metió en el arco. Después, River presionó, Platense salió mal y otra vez aprovechó Barco, que habilitó a Beltrán y después del remate del juvenil en el palo, Matías Suárez la empujó.
Eran los mejores minutos de River en el partido, que pudo aumentar con otra llegada de De La Cruz pero Ledesma le sacó el mano a mano. Y al no liquidarlo, le dio la chance al visitante de meterse en el partido. Los cambios refrescaron a Platense. Taborda estampó un tiro en el travesaño y Zárate -abucheado por todo el Monumental- capturó el rebote y descontó.
Pero, a diferencia de lo que se palpaba en el Monumental, Platense se quedó. River, más suelto, creció y con más espacios, dominó el último tramo del encuentro, en el que jugó en campo rival. Y con el manejo y el despliegue de De La Cruz y las corridas de Barco, creó más situaciones aunque no pudo aumentar la diferencia. Igual, le alcanzó para ganar el partido y clasificarse a la Libertadores del próximo año.
Agregue un Comentario