En el MaracanáRacing perdió con Flamengo y dejó escapar el punto que le falta para ganar su zona

Estaba aguantando bien el elenco de Avellaneda y una pelota parada podía ser le vía de llegada. Ahora bien, ¿quién merece cargar con más culpa? ¿El entrenador, por diseñar, o los futbolistas, por decidir hacerla y ejecutarla de muy mala manera? El pase de Nicolás Oroz fue fuerte y elevado y a Jonathan Gómez se le complicó mucho el control. Flamengo recuperó y en tres pases marcó tras un centro atrás de Gerson y de la aparición goleadora del lateral Wesley.

Antes y después de la preparada que salió mal, Racing no sufrió. Jugó más retrasado de lo habitual el conjunto de Gago y logró cortar los circuito de pases de los mediocampistas del Fla. En los primeros minutos encontró espacios el uruguayo Giorgian de Arrascaeta, aunque rápido ajustó la Academia. No generaron nada los dirigidos por Jorge Sampaoli, que manejaron la pelota con un ritmo demasiado lento. Hasta suele aburrir ver jugar a este Flamengo. Aunque le puede alcanzar con acelerar en una para herir porque desborda de jerarquía.

El plan de Racing fue no pasarla mal en el Maracaná. El 4-3-3 se pareció más a un 4-1-4-1, con Nicolás Reniero como único delantero. Tuvo una clara la Academia y fue de pelota parada, esas cosas que tiene el fútbol. Hubo un despeje largo de cabeza, Matías Rojas la calzó de aire en la medialuna del área y la pelota se fue al lado del palo derecho del arquero.

Realizó un pequeño ajuste Gago para el complemento y le dio buenos resultados: puso Baltasar Gallego Rodríguez por Reniero y lo mandó de punta a Hauche. El juvenil de 19 años ayudó en la marca a Gabriel Rojas y el veloz Wesley ya no complicó por el lateral derecho. Encima, el paraguayo Rojas dibujó un golazo a los 4 minutos para empatar el duelo. El del zurdo fue un gol similar a los que suele marcar Ángel Di María, cuando hamaca el cuerpo y la suelta con rosca al palo más lejano. Lo extrañarán los de Avellaneda a Rojas, quien a mitad de año emigrará a Brasil para jugar en Corinthians.

El duelo siguió con el mismo trámite, con Flamengo manejando la pelota sin saber bien qué hacer y con Racing sin sufrir. Hay algo más en el repertorio de Gago y esa es una buena noticia. Porque para trascender en la Libertadores tiene que aflorar la inteligencia. La Academia no se desesperó ni apostó por los ataques masivos entendiendo que en los espacios crecen los futbolistas del Fla. De todos los cracks que estuvieron en cancha, solo tuvo un buen desempeño Gerson, por el que le pagaron 20 millones de dólares al Marsella.

Nada pasaba hasta que Gerson se adelantó en el campo a pura potencia y, después de un rebote, el ingresado Víctor Hugo se la encontró adentro del área y definió de zurda para vencer a Arias.

Perdió Racing un partido que no duele mucho. Y se quedó con la sensación de que tiene con qué luchar.