Luego del asesinato de un niño de 11 años, vecinos y familiares atacaron la casa de Cristian Villazón, un dealer que se encuentra preso por un triple crimen.
El «Salteño» es el apodo de Cristian Villazón que se escuchó entre la furia de los vecinos y familiares de Máximo Jeréz, el niño asesinado por un enfrentamiento de narcos en un barrio humilde al noroeste de Rosario.
El crimen de Máximo, el chico de 11 años de la comunidad toba, puso sobre el tapete, otra vez, el apodo de el Salteño, un hombre preso desde desde julio de 2020 que está señalado como uno de los vendedores de la venta al menudeo en ese sector postergado de Empalme conocido como Los Pumas.
Una hipótesis de los investigadores es que Máximo murió en medio de una ataque que tenía como blanco a un búnker manejado por la banda criminal del propio Salteño.
El Salteño tiene 26 años y actualmente está preso en la cárcel de Piñero. Su domicilio está registrado en Cabal 1389 bis, en la misma cuadra donde ocurrió el sábado pasado el asesinato de Máximo Geres. Esa cuadra fue epicentro de una pueblada contra transeros y viviendas supuestamente ligadas al negocio. Y la casa de la familia Villazón-Campos fue derribaba a mazazos e incendiada.
El 7 de septiembre del año pasado, en un acuerdo de partes Villazón fue condenado a la pena de 15 años de prisión por haber sido considerado coautor de un triple crimen ocurrido en febrero de 2020 en Génova y Cabal, a pocas cuadras de donde fue asesinado Máximo. En ese ataque murieron Cristopher Albornoz (21 años), que manejaba una moto, su pareja Florencia Corbalán (21) y la bebé de un año y medio hija de la pareja. Los agresores dispararon desde un Ford Focus negro. Ya desde entonces se mencionaba en la investigación de la fiscal Marisol Fabbro que Villazón se dedicaba a la venta de droga.
El Salteño supuestamente estaba en sillas de ruedas cuando cometió el triple crimen.
El padre de Christopher Albornoz es un hombre de 75 años quien estuvo ligado, según investigaciones judiciales, al narcomenudeo en la zona noroeste. Lo apodan Caracú.
En enero de 2023, en Empalme Graneros hubo allanamientos contra la presunta organización de Villazón por el homicidio de Alejandro Francisco Orona, un prestamista de 55 años que el 20 de enero pasado, cuando se bajaba de un taxi fue interceptado por un sicario que lo acribilló de balazos. El motivo de ese viaje, indicó la Fiscalía, era cobrarle un préstamo que el Salteño le había pedido.
Por la investigación de ese homicidio de Orona ya fue imputado Villazón junto a otros tres presuntos miembros de su estructura criminal.
En 2022, en ese mismo sector de Empalme fueron acribilladas seis personas: Brian Sperling (16) el 4 de abril en Génova y Cabal; Gabriela del Carmen Zanini (35), el 26 de abril en Quito al 2500/5500; Ezequiel Bahl (33), el 27 de abril en Cabal al 1300 bis; Brisa Maitén Brest (26), el 26 de julio en Ottone al 1300 bis; Cristina “La Gringa” Fernández (40), el 30 de julio en Ottone al 1300 bis y Luis Alfredo Cañete (34), el 20 de agosto en Ottone al 1200 bis. El nombre de Cañete sonó este lunes en boca de personas que buscaban justicia por mano propia.
Así demolieron la vivienda de «El Salteño».
Salteño también cuenta con un procesamiento de la Justicia federal –del 8 de abril de 2019 en la etapa de instrucción–, pero el 5 de julio de 2019 resultó sobreseído por la Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones.
El hecho que motivó ese procesamiento fue un procedimiento del Comando Radioeléctrico ocurrido, justamente, en su domicilio. Fue el 21 de marzo de 2019, ocasión en que los agentes secuestraron cocaína, marihuana y un arma en la casa de el Salteño, que intentó evadir un intento de identificación en un Peugeot 208. Entre las demoradas en ese operativo, se encontraba Claudia del Carmen Campos, la madre del Salteño.
En la pueblada que se desató en Empalme, vecinos arremetieron, entre otros lugares, contra una vivienda de pasaje San José que terminó prendida fuego y saqueada.
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