Después de que Prendas de vestir y calzado aumentara en julio un 100,5% interanual en el Gran Buenos Aires y un 109% a nivel nacional en agosto, ahora otro rubro del Índice de Precios (IPC) del Indec batió la marca de los tres dígitos.
Se trata de Restaurantes y hoteles que, hasta el mes pasado, tuvo un incremento interanual del 102,8% en el Gran Buenos Aires y del 102,5% en el Noreste.
Según economistas consultados, la performance del sector, que se mueve 24 puntos por encima del nivel general, se debe a que está más asociado a los tipos de cambio paralelos y a un fenómeno particular de esta crisis, que es que los argentinos “se tiran los pesos sobrantes encima” ante la falta de alternativas de inversión.
De acuerdo con el director ejecutivo de la consultora LCG, Guido Lorenzo, restaurantes, en particular, tuvo un aumento de costos y tiene una demanda que estuvo reprimida por el confinamiento. A todo esto se habría sumado “la disposición de los argentinos a desprenderse de los pesos debido a la aceleración de la inflación esperada” y la demanda en esos establecimientos que genera el turismo. “Creemos que es de los rubros que seguirá con una inflación más alta que el promedio en los próximos meses”, afirmó.
Por su parte, Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, hizo una distinción en el rubro entre hoteles y restaurantes. “La parte de alojamientos tiene picos muy fuertes ligados con la temporada. Y, más allá del programa PreViaje, está más ligada al tipo de cambio blue o el contado con liqui porque tranquilamente se puede manejar más con eso. Sigue a los tipos de cambio libres, con lo cual por eso este rubro termina subiendo más que otras cosas del IPC”, señaló.
En cuanto a restaurantes, sostuvo que se ve impactado por los aumentos de alimentos y bebidas y en ese rubro está todo más liberado porque no hay Precios Cuidados. Además, está el fenómeno de la huida del peso. “Es difícil de ver bien en estadísticas, pero de golpe el que tiene un sobrante de dinero, no teniendo mucho más que hacer, elige salir a comer afuera, por ejemplo, y eso obviamente implica más demanda en estos sectores y eso aumenta más los precios. Así que también hay una combinación. No es solamente un tema de costos del sector”, apuntó.
Por último, el presidente de la Asociación de hoteles, restaurantes, confiterías y cafés (Ahrcc), Daniel Prieto, explicó que el problema fundamental que tienen es que no son formadores de precios, sino destinatarios finales.
“Hay un desfasaje muy grande en algunos productos. Es muy general, pero dependiendo de la estructura del negocio se ve más o menos afectada. La carne, por ejemplo, está mucho más cara que otros productos frescos, como verduras. El café también subió por los problemas para importar y no podemos trasladar eso a precio, con lo cual estamos bajando los márgenes de ganancia o viendo cómo cambiamos el menú, pero hay productos básicos que no podemos cambiar”, cerró.
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