El ejemplar fue escrito hace más de 1100 años y debe su nombre a la persona que lo adquirió en 1929, quien lo atesoraba en la mayor y más importante colección privada de manuscritos hebreos del mundo.
El Códex Sassoon, el ejemplar más antiguo que se conserva del manuscrito que contiene los 24 libros de la Biblia hebrea, habría sido escrito hace unos 1100 años.
“Me alegra saber que pertenece al pueblo judío. Mi misión, al darme cuenta de la importancia histórica del Códex Sassoon, era que residiera en un lugar de acceso global para todo el mundo”.
Esta subasta superó los US$30,8 millones pagados por el cofundador de Microsoft, Bill Gates, en 1994 por el Códex Leicester, el cuaderno científico de Leonardo da Vinci.
Pero no alcanzó el récord de subasta de un documento histórico, establecido por el administrador de fondos Ken Griffin, que compró hace dos años un ejemplar impreso de la primera edición de la Constitución de Estados Unidos por US$43,2 millones.
El Códex Sassoon debe su nombre a su anterior dueño, David Solomon Sassoon, quien lo adquirió en 1929 y reunió en su casa de Londres la mayor y más importante colección privada de manuscritos hebreos del mundo.
Siglos de anotaciones
El texto de la Biblia hebrea, cuyos 24 libros componen lo que los cristianos llaman Antiguo Testamento, estuvo en constante cambio hasta principios de la Edad Media, cuando los estudiosos judíos conocidos como masoretas empezaron a crear un cuerpo de notas para estandarizarlo.
El Código Alepo, creado hacia 930, se considera el texto masorético más autorizado. Sin embargo, solo se conservan 295 de las 487 páginas originales a causa de los daños provocados por un incendio en la ciudad siria de Alepo en 1947.
Según la casa de subastas Sotheby’s, al Códex Sasson cuya datación por carbono indica que fue creado hacia el año 900 sólo le faltan 12 páginas.
“Es la primera vez que aparece un libro casi completo de la Biblia hebrea con los puntos vocálicos, la cantilena y las notas al pie que indican a los escribas cómo debe redactarse el texto de manera correcta”, dijo en marzo Sharon Mintz, especialista principal en objetos judíos de la casa de subastas.
Los siglos de anotaciones e inscripciones revelan que el manuscrito fue vendido por un hombre llamado Jalaf ben Abraham a Isaac ben Ezequiel al-Attar, quien más tarde transfirió la propiedad a sus dos hijos, Ezequiel y Maimón.
En el siglo XIII, el códice se dedicó a una sinagoga de Makisin, en el noreste de Siria.
Tras la destrucción de la ciudad por los mongoles a finales del siglo XIII o por los timúridas a principios del XV, el manuscrito se confió a Salama ibn Abi al-Fakhr para su custodia. Después desapareció durante 500 años.
La última propietaria del Codex Sassoon ha sido la inversora suiza Jacqui Safra, quien lo compró por US$2,5 millones en una subasta celebrada en Londres en 1989.
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