El club tiene una oferta de la entidad inglesa pero no convence. Los compradores quieren pagar en varias cuotas. Si se ejecuta la cláusula, en cambio, recibiría 10 millones de dólares limpios y de inmediato.
Valentín Barco no jugará más en Boca. Parece cosa juzgada. El pibe, que está convocado por Javier Mascherano para la Sub 23, seguirá su carrera en el fútbol inglés tras el Preolímpico de Venezuela. Sin embargo, la dirigencia no aceptará la oferta del Brighton: 10,5 millones de dólares por el 90 por ciento del pase, en varias cuotas, y el restante 10% quedará para el club ante una futura venta. Prefiere que se ejecute la cláusula de rescisión, que es de 10 millones de dólares. ¿Cuáles son los motivos porque el que se prefiere esta última opción, resignando ingresos en el futuro?
La renovación del contrato del Colo fue un tema áspero que tuvo que llevar adelante la actual dirigencia con el representante Adrián Ruocco. El chico debutó en Primera con 16 años, el 16 de julio de 2021 ante Unión y con Miguel Ángel Russo como entrenador. En ese momento, tenía contrato hasta diciembre de 2023 y una cláusula de rescisión de 10 millones de dólares. El pibe apenas jugó tres partidos ese año y durante 2022 estuvo postergado, aunque brillaba en la Reserva y en el seleccionado Sub 20.
En diciembre de 2022 comenzaron las negociaciones para la renovación, algo que ocurrió recién a principios de febrero de 2023. Boca logró extender un año más el contrato, es decir hasta diciembre de 2024. Sin embargo, se mantuvo la cláusula de rescisión en 10 millones de dólares.
Tras el acuerdo, Barco escribió en su cuenta de Instagram: “Estoy muy feliz de contarles que renové mi contrato con Boca hasta diciembre 2024. Más allá de todo lo que se dijo, siempre me quise quedar. Ojalá pueda seguir vistiendo esta camiseta muchos años más. Estoy cumpliendo un sueño y por eso decidí quedarme a pelearla acá. Quiero agradecer a mis viejos, a mi novia y a mi familia por estar siempre conmigo, a mi representante por acompañarme y al Consejo por hacer posible esto. VAMOS BOCA CARAJO 💙💛💙».
Durante 2023, Barco se transformó en una pieza clave del equipo dirigido entonces por Jorge Almirón, quien lo adelantó desde su posición natural de lateral por izquierda y empezó a funcionar como una especie de enganche. Así, fue figura en muchos de los partidos del año, en especial en la Copa Libertadores. La Premier League ya le había echado el ojo.
Así como el Brighton se llevó enseguida a Alexis Mac Allister, desde hace unos meses está interesado en sumar a sus filas a otro Colorado. Y entre brindis y brindis, aceleró las negociaciones. Boca tiene la oferta formal y desde el entorno del jugador ya tienen la decisión tomada: si el club no la acepta, ejecutarán la cláusula de rescisión.
Los números son claros. Si Boca acepta la oferta de Brighton recibirá casi siete millones de dólares en cuatro o cinco cuotas, es decir, primero un millón y medio aproximadamente. El resto durante el año. Y, a futuro, la chance de sumar otra buena cantidad de la moneda verde. Para que resulte un buen negocio para Boca, el Brighton debería venderlo por más de 60 millones de dólares, es decir, que recibiría otros seis millones, más los derechos de formación.
¿Por qué casi siete millones? Porque a los 10,5 millones hay que descontarle el 15% del jugador, el 7% de retenciones de AFIP, el 2% de la AFA, el 1,2% de impuestos al sello en CABA, el 0,5% del sindicato y, muy probablemente, el 7% de la comisión del representante.
En cambio, si Barco ejecuta la cláusula de rescisión, deberá depositar en la cuenta del club dentro de los cinco días siguientes el 100%, es decir, los 10 millones de dólares limpios. Si la paga el Brighton, el club inglés deberá abonar, además, 3% de la cláusula al Fondo de Retiro de Futbolistas, 2% al Fondo Estructural Deportivo en AFA, 2% de Cargas administrativas a la AFA y el 0,5% a Agremiados. El jugador resigna, claro, su 15 %, salvo que se lo pague el Brighton. Pero esa es parte de la negociación individual con el nuevo club. Boca, en cambio, siempre tendrá el porcentaje de derechos de formación. Como Barco está desde los ocho años en el club y firmó su primer contrato a los 16 años, le corresponde un 10%.
Parafraseando el viejo adagio popular, Boca prefiere 10 millones en mano que 15 volando. Lo concreto es que resulta difícil que el jugador, o su representante, tengan los 10 millones para depositar en lo inmediato. Lo más probable es que lo haga el club inglés. Aunque vale preguntarse: ¿tiene ese dinero para desembolsar ya? ¿Especula Boca con la posibilidad de una nueva oferta, con una cifra mayor en menos cuotas y un porcentaje mayor de una futura venta? Se verá en los próximos días cuando, además, la cláusula de rescisión pase a valer, según estipula el contrato, 14 millones de dólares.
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