Es para las listas de precios oficiales y por segunda vez en el mismo mes. El límite es el tope de los impuestos internos, que rige hasta comienzos de septiembre.
Los autos cero kilómetro ya están aumentando, por segunda vez en lo que va de agosto, luego de la devaluación de 22% del peso de comienzos de esta semana.
Se trata de ajustes que en las automotrices están aplicando de manera casi quirúrgica y por más de un motivo.
El principal motivo es que las terminales hoy tienen una oferta reducida de modelos, luego de cuatro años de restricciones crecientes a la importación de unidades tanto desde Brasil como desde países de extrazona. Y dentro de esa gama reducida, no pocos de esos modelos y versiones ya estaban desde comienzos de este mes con precios apenas inferiores a los 8,4 millones de pesos.
Si esos modelos, hoy, llegaran a aumentar por arriba de esa cifra, automáticamente pasarían a tributar la primera escala de los impuestos internos que el Gobierno cobra a los mal llamados “autos de lujo”.
Según la escala publicada por la AFIP a fines de mayo, por arriba de un precio al público de 8,4 millones de pesos (o un precio mayorista de $5,9 millones), los vehículos, motos y embarcaciones pasan a pagar un impuesto interno del 20%, el cual termina incrementando el precio la público un 25%.
Por ese motivo, muchas marcas mantienen “topeados” los precios de los modelos que se acercan a ese límite, para que no queden automáticamente fuera de mercado.
La escala de precios que determina la AFIP es trimestral. Por lo tanto, debería ser actualizada dentro de dos semanas. Hasta entonces, muchos modelos que rondan entre 8 y 8,5 millones de pesos seguirán con el mismo precio oficial.
En cambio, aquellos que tienen más margen de incremento ya aumentaron. Es el caso de modelos de la automotriz Stellantis, que tiene bajo su paraguas a Fiat y Peugeot. Las versiones “de entrada” del Fiat Cronos subieron hasta un 17%. No así aquellos que se acercan al “tope”, como el caso del Cronos Precision CVT, que desde comienzos de mes está a un precio oficial de $8,2 millones.
El otro modelo más vendido, también de Stellantis, es el Peugeot 208. Casi no hubo modificaciones en el precio de este modelo que tiene todas sus versiones, desde la de entrada hasta la “full”, en un mismo precio oficial de $8,1 millones desde comienzos de mes.
Volkswagen incrementó sus modelos en promedio un 2,5%, pero con fluctuaciones que van desde incremento cero (vale la aclaración, siempre en el caso de las listas de precio oficiales) en el caso de las pick up Amarok, hasta subas de 8% en modelos “no topeados”. En el medio, un modelo de gama alta como la SUV Taos, de fabricación nacional, subió en promedio 3,8%.
La automotriz Renault también aplicó incrementos sobre sus precios de lista, por debajo de la devaluación: fue de 7,9%.
En Ford y Toyota, sus concesionarios no habían recibido hasta este miércoles nuevas listas de precios. “Lo están monitoreando día por día, pero hasta el momento no hubo novedades”, dijo un concesionario de la marca estadounidense.
En el caso de Toyota, comunicó a sus concesionarias que no habrá incrementos de precios hasta fin de mes.
«Seguimos vendiendo algunas Hilux, con entrega inmediata y con los precios de principios agosto, con el compromiso de Toyota de que nos entregará las unidades en el mes. En autos que vienen de Brasil, el panorama es más complicado. Tomamos compromisos para entregar en diferido, con los precios vigentes en ese momento”, dijo uno de los concesionarios más fuertes de la marca japonesa.
Un dato que contrasta con otras situaciones similares en los últimos años es que, al menos en lo que va de la semana, en las concesionarias están faltando clientes. “Hay muy pocas consultas, casi nada. Los productos donde tengo asegurada la reposición los tengo a la venta, pero eso sería si hubiese clientes”, dijo uno de los concesionarios más fuertes del país.
Alejandro Lamas, de la Cámara de Comercio Automotor, contó que esta semana mantuvo en su salón de Palermo Viejo una unidad usada de pocos años al mismo precio que tenía el viernes antes de las PASO. “Uno hubiera pensado que iba a haber un cliente con dólares en la mano que saldría a venderlos y comprarse el vehículo con 20% menos de dólares que cinco días atrás. No sucedió”, dijo.
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