El fiscal Taiano pidió el testimonio del contador K quien reveló presiones de Kirchner para manipular ese expediente. El martes declara un testigo clave.
La causa por supuesto enriquecimiento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner que el ex juez Norberto Oyarbide cerró casi sin investigar a fines de 2009 vuelve a cobrar impulso y ahora la Justicia busca el camino para reabrir el expediente. La declaración como arrepentido del ex contador K Víctor Manzanares en la causa de los cuadernos es una de las llaves para volver a investigar la fortuna de la ex presidenta y su marido. En esa extensa declaración, Manzanares reveló que por orden de Kirchner, Oyarbide cerró ese expediente. Y además, detalló que en ese trabajo hubo peritajes manipulados y se involucró a la ex SIDE, según informó Clarín.
El fiscal Eduardo Taiano, que participó de la causa de enriquecimiento ilícito en 2009, ya le pidió al juez Claudio Bonadio que le envíe la declaración como arrepentido de Manzanares para poder avanzar en una posible reapertura del expediente.
Pero hay más. Este martes el juez Ariel Lijo le tomará declaración testimonial a un personaje clave para impulsar una nueva investigación de ese caso. Se trata del ex auditor de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), Eduardo Blanco, quien había preparado un dictamen crítico del incremento patrimonial de los Kirchner, pero que nunca se anexó al expediente.
El ex matrimonial presidencial fue sobreseído en la causa de enriquecimiento pese a que su patrimonio se había triplicado en un año. La fortuna K pasó entre 2007 y 2008 de tener bienes, efectivo y sociedades por $16,5 millones a acumular $44,3 millones. En el informe que realizó Blanco había $24 millones de ese patrimonio que no contaba con documentación respaldatoria. Su informe fue ignorado y además Blanco fue corrido de su cargo por el entonces jefe de la FIA Guillermo Noailles.
Lijo tiene en sus manos el expediente por supuesto enriquecimiento ilícito K porque subroga el juzgado que pertenecía a Oyarbide. En febrero pasado la Unidad de Información Financiera (UIF) le envió presión al juez y le pidió que se vuelva a investigar en base a la doctrina de la cosa juzgada irrita. Para que eso suceda tiene que haber pruebas de que hubo un fraude en el proceso judicial para cerrar el expediente.
En ese punto el testimonio de Manzanares como arrepentido puede ser clave porque reveló como el ex presidente se involucró para manipular la pericia contable y ser beneficiado en la causa. El ex contador K aseguró en la Justicia que cuando arrancó la causa por supuesto enriquecimiento ilícito, Kirchner lo citó en Buenos Aires y le pidió que se haga cargo de manejar su pericia. «Me indicó que debía reunirme con varias personas y que siga sus instrucciones, que debía concurrir al edificio de la SIDE», contó. Allí, dijo que se reunió con Javier Fernández (auditor general de la Nación y señalado como operador K en la Justicia) y que fueron en auto hasta un departamento donde estaba el juez Oyarbide.
También reveló que mantuvo reuniones con dos peritos contadores de la Corte Suprema Alfredo Peralta y María del Carmen Penedo a quienes les presentó los datos sobre el patrimonio de los Kirchner. Ambos, contó el contador, lo asesoraron para armar una presentación lavada que fuera funcional al sobreseimiento. Peralta y Penedo fueron quienes firmaron la pericia contable en la que exculpaban al matrimonio Kirchner.
Penedo ahora es investigada por la Corte Suprema de Justicia que le inició un sumario interno para detectar si cometió algún delito.
Manzanares también reveló que dos días antes de que se haga público el fallo Kirchner lo llamó para avisarle «que el resultado era bueno, que estaba sobreseído».
Con la declaración de Manzanares y el testimonio de Blanco, la causa de enriquecimiento ilícito de los Kirchner queda al borde de volver a investigarse. Sería otra mala noticia para la ex presidenta.
Agregue un Comentario