Es la mayor caída en la economía desde la devaluación de 2019. El consumo privado se hundió casi un 7%. Persisten las dudas sobre la recuperación.
Por la fuerte caída del consumo, el Producto Bruto Interno (PBI) registró un desplome del 5,1% durante el primer trimestre del año en relación a igual período de 2023, según informó el INDEC. Se trata de la mayor contracción de la actividad económica desde el primer trimestre de 2019, producto de la devaluación y la caída del consumo tras las PASO en aquel año.
Ya en el cuatro trimestre del año pasado, el PBI había retrocedido un 1,4% interanual con bajas en 7 de 16 sectores, producto del impacto de la devaluación de agosto en los precios y el descenso del consumo. En el primer trimestre del 2024, el deterioro se extendió a 10 de 16 rubros con el plan de ajuste puesto en marcha por la gestión de Javier Milei.
De esa manera, en la medición desestacionalizada, el primer trimestre marcó una baja de 2,6% respecto del cuarto trimestre de 2023 y acumuló dos trimestres consecutivos de caída del producto, lo que confirma la recesión en términos técnicos, tras la liberación de precios y la devaluación del 54% en diciembre, que provocaron un fogonazo inflacionario y hundieron los ingresos.
En ese período, las importaciones de bienes y servicios reales se desplomaron un 20,1% interanual, la formación bruta de capital fijo tuvo un derrumbe del 23,4%, el consumo privado descendió un 6,7% y el consumo público un 5%, mientras las exportaciones de bienes y servicios se incrementaron un 26,1%, alentadas por el salto cambiario en diciembre.
La disminución de la formación bruta de capital fijo se explica por la caída de 26,6% de la inversión en construcciones, arrastrada por el freno de la obra pública, junto con el aumento de 9,1% de otras construcciones, el descenso de 26,3% en maquinaria y equipo y la caída de 20,7% en equipo de transporte.
Así, la construcción fue el rubro en donde más cayó la actividad, seguido por la industria, el sector financiero y comercio. «La industria manufacturera y el comercio exhiben desplomes de 13,7% y 8,7%, en conjunto explican la mayor parte de la contracción en este trimestre, ya que entre los dos representaron más del 50% de la caída», explicó Francisco Rittorto, economista de ACM.
Los datos oficiales estuvieron apenas por debajo de las proyecciones privadas. Según el último relevamiento de mercado elaborado en mayo por el Banco Central (REM), la mayor caída se habría concentrado en el primer trimestre, período para el cual estimaron una baja desestacionalizada del 3,0% del PBI. Y también proyectaron que la actividad recién se recuperaría en el tercer trimestre.
El FMI empeoró la semana pasada su pronóstico al proyectar una contracción del 3,5% en 2024 (frente a un 2,75% previo), en línea con una caída de la producción no agrícola (5% interanual) y con una recuperación recién a fin de año, una vez que disminuya el ajuste fiscal y los salarios reales comiencen a recuperarse, por lo que la economía podría crecer un 5% en 2025.
En su gira por Europa, el Presidente reiteró que se empieza a ver en los primeros indicadores de abril y mayo una «recuperación» y celebró la supuesta primera semana con inflación 0%. Sin embargo, los datos privados muestran que el consumo masivo cayó en mayo 10% a nivel interanual y acumula una merma del 7,8% en año, según la consultora Scentia.
En ese marco, el Fondo advirtió que el camino hacia la estabilización sigue siendo «muy incierto». «La recesión económica en curso podría prolongarse, y el proceso de desinflación podría resultar más tenaz, provocando dificultades prolongadas e intensificando las tensiones sociales, incluso con el refuerzo del gasto social», advirtió el organismo en su último staff report.
Para los analistas, el dato más relevante fue el golpe al consumo privado. «La caída fue muy fuerte y es una buena forma de entender las consecuencias de la decisión del gobierno de poner el freno de mano sobre la actividad económica, vía un fuerte ajuste fiscal y salto de la inflación producto de la devaluación», señaló Claudio Caprarulo, director de Analytica.
El otro indicador que se conoció este lunes fue la tasa del 7,7% de desempleo en el primer trimestre, lo que marcó un incremento de dos puntos porcentuales respecto al trimestre anterior. «El impacto negativo del consumo y la producción, en ausencia del impulso fiscal, resultó en una contracción por segundo trimestre consecutivo del PIB», aseguró Rittorto.
Agregue un Comentario