El proyecto, fundado por Mónica Kelsey en 2016, propone una alternativa a los llamados “refugios seguros” ofrecidos por el gobierno, los cuales exigen la identificación de las madres que dejan a sus hijos en ellos.
El proyecto, fundado por Mónica Kelsey en 2016, propone una alternativa a los llamados “refugios seguros” ofrecidos por el gobierno, los cuales exigen la identificación de las madres que dejan a sus hijos en ellos.
Trece buzones para depositar bebés no deseados fueron instalados en los estados de Indiana, Ohio y Arizona, en Estados Unidos. Se trata de una iniciativa de la organización estadounidense Safe Heaven Baby Boxes (SHBB) que persigue la disminución de las muertes provocadas por el abandono de recién nacidos en las calles.
El proyecto, fundado por Mónica Kelsey en 2016, propone una alternativa a los llamados “refugios seguros” ofrecidos por el gobierno, los cuales exigen la identificación de las madres que dejan a sus hijos en ellos.
«Las personas que toman esa dura decisión suelen ser muy jóvenes y no quieren que nadie se entere de lo sucedido», explicó Kelsey. «Frente a los sentimientos de vergüenza y de culpa que esto les genera, muchas eligen abandonar a sus bebés en las puertas de hospitales, comisarías o estaciones de bomberos», remató.
A diferencia de esos casos, en los que los recién nacidos pueden permanecer a la intemperie durante largos períodos de tiempo y morir por frío o desnutrición, los buzones diseñados por SHBB cuentan con una alarma silenciosa en su interior que da aviso a emergencias luego de 30 segundos. Además, las identidades de los padres se mantienen en el anonimato.
Hasta el momento, sólo tres estados aprobaron la legislación para la instalación de los dispositivos en sus estaciones de bomberos. Entre los detractores de la medida se encuentra el gobernador de Michigan, Rick Snyider, que vetó la ley por considerar «inapropiado que los padres puedan renunciar a su bebé simplemente depositándolo en un lugar». Según el funcionario, lo correcto es que éstos sean entregados a un oficial de la Policía, a los bomberos o a empleados de hospitales.
Ante la polémica, Kesley sostuvo que los buzones “son la última alternativa para mujeres en crisis y para sus hijos”. Sin embargo, por ahora no existen estadísticas que reflejen el impacto de esta medida sobre el número de bebés encontrados muertos a la intemperie.
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