Fue 5 a 4 en la definición tras el 0-0 en los 90 minutos. El equipo del Tigre enfrentará el miércoles a Chile.
Lionel Messi es, además del mejor jugador del mundo, un agudo analista de fútbol. El viernes por la noche, minutos después de la victoria ante Venezuela, a la Pulga le preguntaron por el supuesto favoritismo de Brasil de cara a la semifinal del martes en Belo Horizonte. “No hay candidatos, mucho menos en esta Copa América que está súper pareja”, dijo el capitán argentino. Y las horas le dieron la razón al crack de Barcelona: Perú superó por penales 5-4 a Uruguay tras igualar sin goles en los 90 minutos. El empate sin gritos de uruguayos y peruanos se sumó al de Brasil-Paraguay y Colombia-Chile. Es decir, 3 de los 4 partidos de cuartos de final terminaron sin goles; tan solo ganó Argentina en ésa instancia. Y algo más: Perú, uno de los dos terceros clasificados, se metió entre los cuatros mejores.
Las lágrimas de Luis Suárez al finalizar el juego explican en parte el desenlace: fue el único en fallar en la tanda de penales (se lo atajó Gallese). Pero también muestran la ambición de un grupo de jugadores que dejan todo y un poco más cuando defienden la camiseta de su país. Alcanza con recordar que Suárez optó por operarse y perderse la final de la Copa del Rey ante Valencia para llegar óptimo a Brasil.
En tanto, la idolatría de Ricardo Gareca en Perú se agiganta día a día. O mejor: logro a logro. Porque el Tigre llevó a los peruanos al Mundial de Rusia después de 36 años. Y ahora pudo meter a su equipo entre los cuatro mejores, eliminado al máximo ganador de la competición, y buscará el boleto a la final el miércoles 21:30 en el Arena Do Gremio de Porto Alegre.
Uruguay ha logrado una renovación paulatina, a diferencia de lo que sucedió en Argentina. Es cierto que aún no encontró sustitutos para Suárez y Cavani, pero también es justo decir que a cualquier país le costaría reemplazar a tamaños delanteros. Lo que permanece inmutable es la idea del proyecto que comanda el Maestro Tabárez desde hace 13 años. Por eso, esté quién esté, la Celeste siempre juega igual.
Ya es parte del pasado el mediocampo compuesto por Tata González, Egidio Arévalo Ríos, Diego Ruso Pérez y el Cebolla Rodríguez: ahora aparecen Nandez-Valverde-Bentancur-De Arrascaeta. Pero la idea sigue ahí, con el 4-4-2 compacto, retrasado, con dos mediocampista de corte y dos punzantes por afuera. Tal vez el toque distintivo sea el que le aporta el ex Boca Rodrigo Bentancur, volante de recorridos largos, presión en campo rival y destacado pase entrelíneas. No arrolla Uruguay ni genera mucho volumen de juego: espera paciente su chance confiando en la efectividad de los atacantes. En la primera parte ante Perú tuvo una Cavani y se la tapó bien Gallese.
A la Celeste le cuesta cuando tiene que asumir el protagonismo. Es una cuestión que arrastra desde hace años. Los comandados por Tabárez se sienten cómodos cuando no son candidatos y toda la responsabilidad la absorbe el rival. En la balanza, Perú aparecía como un oponente de menor nivel. Conviene aclarar: en la segunda parte los charrúas hicieron méritos para ganar, pero Perú defendió con el alma.
Un párrafo aparte merecen los tres goles de Uruguay anulados por off-side. Si bien fueron jugadas muy finas, los jueces de línea, los brasileros Kleber Gil y Rodrigo Correa, acertaron y recibieron la ratificación del VAR.
Perú, Ricardo Gareca, hace e hizo lo que pudo. El Tigre gestiona una generación de futbolistas de mediano nivel, a excepción de Paolo Guerrero. Es consciente de las limitaciones y planifica en base a eso. En la primera parte trató de jugar igual a igual y en el complemento se dedicó a defender. Lo realizó de gran modo, tuvo la suerte de su lado y fue más efectivo en los penales. Por eso festejó.
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