El paciente, el más joven del país en recibir este tipo de dispositivo de alta tecnología, padece una enfermedad congénita que le provoca arritmias. La innovadora cirugía fue realizada en el Hospital Público Materno Infantil.
Un adolescente salteño de tan solo 13 años se convirtió en el paciente más joven en el país en recibir un cardio-desfibrilador subcutáneo a través del cual buscan evitar una muerte súbita y controlar su arritmia.
El médico cardiólogo Sebastián Schanz, uno de los profesionales que participó del procedimiento, explicó a FM Pacífico que cuatro miembros de la familia del jovencito padecen una enfermedad genética y al descubrir que él también presentaba síntomas se decidió en un primer momento colocarle un Holter trasplantable para monitorear permanentemente su ritmo cardíaco.
“Eso fue hace unos tres o cuatro meses y en una oportunidad, en una especie de convulsión que hizo el paciente, pudimos detectar que se trataba de una arritmia que tiene un riesgo altísimo, que puede ser mortal,” indicó.
A partir de ello, decidieron solicitar a la obra social del paciente la provisión de un cardio-desfibrilador subcutáneo, el más moderno que existe a nivel mundial y que no requiere ser colocado con cables dentro del corazón.
“Es uno de los primeros pacientes en el país, el primero se colocó a mediados del año pasado en Buenos Aires, se pusieron muy poquitos y es el paciente más pequeño en el que se colocó este tipo de dispositivos hasta el momento en la Argentina,” expresó.
El doctor destacó la importancia de que haya podido realizarse en el hospital Público Materno Infantil. “Él fue diagnosticado en el hospital, nosotros somos asesores externos del hospital, yo no trabajo ahí pero tenemos un intercambio permanente de paciente, nos ayudamos y nos invitaron a participar y a trabajar en resolver este caso y así lo hicimos,” explicó.
La cirugía se practicó hace poco más de una semana y el adolescente se recupera favorablemente. “Ya lo controlé, tiene un espíritu y una fortaleza tremenda, tuvo como un mes esperando la provisión del dispositivo y el paciente está muy bien, está contento. La cirugía ha salido bien,” detalló.
A partir de ahora, el paciente podrá tener una vida prácticamente normal, salvo algunas limitaciones en la actividad física. “No solo por el desfibrilador, es una limitación pequeña porque el aparato está por debajo de la axila, entonces está protegido de golpes, sino en si la enfermedad que él tiene de base no le permite hacer una actividad física libre,” aseveró.
Finalmente, subrayó quese trata de un dispositivo muy costoso que gracias a una ardua discusión, se logró la aprobación por parte de la obra social. “Se entendió que el caso lo ameritaba y hubo una buena voluntad de todas las partes para poder hacer esto de tecnología que no es común en nuestro país,” concluyó.
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