La información enviada desde Washington deja mal parado al Presidente Fernández y a varios de sus funcionarios ya que aportó evidencias a la justicia federal de que Gholamreza Ghasemi es un terrorista internacional y reveló las distintas operaciones que hizo su unidad bajo las órdenes de Teherán.
El Presidente Alberto Fernandéz este sábado había minimizado la cuestión y puso al terrorista Iraní en la categoría de solo un instructor de vuelo y acusó a la oposición de agrandar la cuestión. Ahora el FBI lo deja mal parado desmintiendo todo lo que dijo solo horas antes de conocerse el informe, lo mismo que muchos de sus funcionarios que habían relativizado la gravedad de la situación.
“La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) desea transmitir la siguiente información sobre la asociación de Gholamreza Ghasemi con los grupos terroristas designados, la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC-QF) y Hezbollah. Gholamreza Ghasemi es CEO y miembro del Consejo de Administración de Fars Air Qeshm. Además de su posición, Ghasemi tambien es piloto”, asegura un informe enviado desde Estados Unidos al juzgado federal de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena.
El dossier del FBI añade: “Fars Air Qeshm fue señala por el Tesoro de los Estados Unidos en 2019 debido a su participación directa en la actividad terrorista y la asistencia que proporciona a la Fuerza Quds y a la aerolínea iraní Mahan Air, que han sido señaladas como entidades terroristas”.
Con esta información del FBI, el juez federal Villena terminó de confirmar que Ghasemi es un terrorista que pertenece a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
El piloto de la empresa venezolana Emtrasur, bajo el control absoluto de Nicolás Maduro, llegó a Buenos Aires en un Boeing modelo 747-300M con matrícula YV3531. Ese avión partió desde Caracas, hizo escala en Querétaro (México) y aterrizó finalmente en Ezeiza con una carga de repuestos para autos.
El FBI también remitió al Juzgado Federal de Lomas de Zamora otro informe de tres fojas -case file: BE -6135976- que describe las distintas operaciones ejecutadas por la Fuerza Quds -que integra la Guardia Revolucionaria de Irán- y cómo reaccionó los Estados Unidos frente a ese amenaza terrorista a nivel global.
“La Fuerza Quds ha tenido una larga historia apoyando la milicia de Hezbollah, paramilitares, y actividades terroristas, proveyendo liderazgo, financiamiento, armas, inteligencia, y soporte logístico. Las Fuerzas Quds operan un campo de entrenamiento para Hezbollah en el Valle de Bekaa en el Líbano y han reportado entrenamiento para más de 3.000 soldados en los cuarteles que tiene la Guardia Revolucionaria en Irán”, asegura el informe que tiene la justicia federal.
La Guardia Revolucionaria Iraní y la organización terrorista Hezbollah están acusados de valor la sede de la AMIA, el 18 de julio de 1994. Allí murieron 86 personas y fueron heridas más de 300.
El dossier del FBI agrega además los aportes económicos que hace el régimen de Teherán para apoyar las operaciones de Hezbollah contra Israel. “Las Fuerza Quds ha entregado entre 100 y 200 millones de dólares al año a Hezbollah y asistió a Hezbollah en su rearme violando la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de lNaciones Unidas”, sostiene el informe del FBI agregado al expediente.
El informe del FBI remitido hace dos días al juzgado de Villena reitera que la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos – a través de la OFAC- impuso sanciones a la Guardia Revolucionaria por promover el terrorismo global y apoyar a diferentes organizaciones como Hezbollah.
Y completa la información con un párrafo final que termina de desnudar el complot urdido por Irán con la colaboración de la compañía venezolana Conviasa. “En octubre de 2011, OFAC sanciona a Mahan air por proveer soporte financiero, material, o tecnológico a la Guardia Revolucionaria y a la Fuerza Quds. La aerolínea (Mahan Air) también ha transportado armas y personal para Hezbollah”.
El terrorista Ghasemi llegó a Buenos Aires como piloto de un Boeing modelo 747-300M con matrícula YV3531, que pertenece a la empresa Transportes Cargo del Sur (Emtrasur), una filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa).
Emtrasur compra el Boeing 747 a Mahan Airlines, que es la compañía iraní que la Secretaria del Tesoro -por medio de la OFAC- acusa de colaborar con la organización terrorista Hezbollah. Amir Hossein Zolanvari, portavoz de Mahan Airlines, confirmó que ese avión fue vendido a Emtrasur.
“Ya no es de Mahan Airlines”, dijo Zolanvari a la agencia oficial iraní IRNA.
La información de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés) es pública. Y en su página oficial se puede leer que desde 2011 se sancionó a Mahan Air. Nicolás Maduro, que autorizó la compra del Boeing matricula YV3531, no podía desconocer la interdicción de la OFAC que depende de la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos.
Sin embargo, Maduro ordenó que la nave de Emtrasur aterrice en Ezeiza con una tripulación conducida por el terrorista Ghasemi, otros cuatro iraníes y 14 tripulantes de Venezuela. Por la información aportada desde el FBI, al juez Villena ya no le quedan dudas que está frente a una causa vinculada al terrorismo internacional.
Alberto Fernández y sus funcionarios en offside
Las evidencias aportadas por el FBI a la justicia federal de Argentina deja mal parados, al Presidente que solo algunas horas antes de conocerse el informe del organismo norteamericano, volvió a relativizar la cuestión y cargó contra la oposición, y a varios de sus funcionarios. “A veces la novela periodística pasa los límites de lo razonable”, comentó la portavoz Gabriela Cerruti cuando se le preguntó sobre el avión venezolano-iraní.
“Respecto de las personas hay una particular indicación respecto de Gholamreza Ghasemi, que es uno de los tripulantes y que tiene un nombre, un homónimo con participación en los Quds, en las fuerzas revolucionarias iraníes, nada más que la condición de homónimo, no otra cosa”, aseguró Aníbal Fernández, ministro de Seguridad.
“Se va a terminar comprobando lo que dije y por lo que me bardearon a diestra y siniestra. La cantidad de tripulantes tenía que ver con que también había adiestramiento que necesita la tripulación venezolana para poder pilotar ese avión”, informó el director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi.
“Lo que pasó es que llegó un avión venezolano con una carga de México, contratada por una empresa argentina, donde no hubo ninguna irregularidad. A bordo del avión había cinco personas iraníes, respecto de las cuales hasta donde nosotros sabemos no pesa ningún tipo de restricción. Tampoco respecto de los venezolanos”, describió Alberto Fernández.
El presidente, su vocera, el ministro de Seguridad y el director de la AFI quedan en una posición incómoda ya que ahora están obligados a dar alguna respuesta a la informaciuón que prueba las vinculaciones terroristas del avión venezolano y su piloto iraní y que desmiente todo loo que afirmaron hasta aquí.
El juez federal Villena se concentrará en Ghasemi y sus objetivos terroristas en la Argentina, y a continuación avanzará sobre el resto de la tripulación integrada por otros cuatro iraníes y catorce venezolanos que trabajan para una compañía publica que actúa bajo las órdenes de Maduro.
En la causa del atentado a la AMIA hay informe judicial que revela que antes del ataque a la mutual judía, un avión iraní había aterrizado en Buenos Aires.
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