La Universidad Católica de Paraná le quitó el título honoris causa al padre jesuita Marko Rupnik, acusado de abusar de nueve monjas.El anuncio que la Pontificia Universidad de Paraná, en la Argentina, decidió este lunes de revocar “por indignidad” el título honoris causa concedido al mundialmente famoso artista jesuita y sacerdote esloveno Marko Rupnik, acusado de abusar sexualmente de al menos nueve monjas, ha revivido un escándalo mayúsculo que sacude hasta las cumbres de la Iglesia
La opacidad en el manejo de un caso quemante debido las coberturas en las cumbres eclesiásticas en favor del jesuita Rupnik llegaron al colmo después de que la Congregación para la Doctrina de la Fe, que lo había excomulgado por haber cometido el gravísimo delito canónico de absolver en confesión a una cómplice (una mujer con la que mantuvo relaciones sexuales), decidió quitarle la excomunión.
La decisión puede haber sido solo adoptada con el consentimiento del Prefecto de la Congregación, el cardenal español Luis Francisco Ladaria. Pero para todos es imposible que el alto prelado haya salvado a Rupnik por su propia decisión.
Las sospechas convergen en la figura del propio Papa Francisco, el único que puede darle semejante orden al cardenal Ladaria.
La vaticanista del diario Il Messaggero, Franca Giansoldati, escribió este miércoles que “más que un rompecabezas el caso parece un callejón sin salida”.
“El brutal caso del jesuita Marko Rupnik, acusado de violencias sexuales y manipulaciones de la conciencia por diversas religiosas, se ha convertido en un ejemplo de la escasa transparencia en Vaticano en materia de abusos sexuales”, agregó.
El Papa Francisco en una reciente entrevista a la Associated Press que ha tenido una vasta repercusión, negó haber tenido ningún papel en la gestión del caso.
“En cambio tantas dudas siguen abiertas”, afirma Giansoldati.
Quién es Marko Rupnik
El jesuita esloveno Rupnik es un personaje famosísimo por su gran talento como para hacer mosaicos con escenas evangélicas que se encuentran en muchas partes del mundo y adornan incluso los palacios vaticanos. “Para mí ha sido una sorpresa, por cierto. Esta persona, un artista de este nivel. Para mi ha sido una gran sorpresa y una herida», dijo el Papa.
En la entrevista a la AP, el pontífice dijo que era necesaria más transparencia. “Y con la transparencia arriba una cosa muy bella que es la vergüenza. La vergüenza es una gracia”, remarcó.
Pero el misterio no se resuelve. La vaticanista Giansoldati refiere que tras una investigación dentro de la compañía de Jesús el caso fue pasado al Vaticano y que el artista fue condenado por la Congregación de la Fe, por el crimen canónico que prevé la excomunión inmediata del reo.
“Para la Iglesia es un pecado gravísima. Rupnik fue sin embargo misteriosamente graciado poco tiempo después, en su favor se adoptó una medida especial que, técnicamente, espera solo al pontífice”, escribe Il Messaggero.
El Papa explicó a la Associated Press en la entrevista que intervino solo en términos procedurales, y «para mantener la serie de acusaciones de nueve monjas víctimas de abusos con el mismo tribunal”.
Francisco dijo que si no, los caminos procedurales se hubieran dividido “y así todo se confunde”.
La vaticanista Gansoldati señala que la prensa norteamericana ha evidenciado que “las cuentas no cuadran”.
“Si en enero de 2020 los jueces de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en forma unánime, reconocieron a Rupnik culpable del gravísimo delito, y en mayo de 2020 la excomunión fue cancelada con un ‘golpe de esponja’ del cardenal prefecto Ladaria….la pregunta es qué cosa ocurrió”, señaló.
Nadie niega que el padre Rupnik ha gozado de amistades y coberturas influyentes que se remontan ya a la época del largo pontificado de San Juan Pablo II. Los jesuitas de la Compañia de Jesús reasumieron hace poco el caso y dijeron que habían aplicado a Rupnik “medidas cautelares” tras una investigación sobre casos de abusos sexuales y la absolución de una cómplice, que dio lugar a la excomunión después misteriosamente levantada.
Las investigaciones habían demostrado que “las acusaciones eran creíbles”. La Pontificia Universidad de Paraná revocó el Doctorado que le había sido conferido el 30 de noviembre de 2022 al artista esloveno.
Al parecer universitarios que han otorgado a lo largo de los años doctorados honoris causa y otras menciones al padre Rupnik por sus extraordinarios mosaicos evangélicos, están evaluando quitarles los honores conferidos, pero también se preguntan si pueden llegar a demoler sus obras.
Este un tema tremendo. Los que argumentan en favor de la destrucción alegan que no es moralmente aceptable mantener en lugares sagrados, donde la gente va a orar y buscar a Dios, las obras de un abusador sexual serial.
Pero en estos casos luce peor el remedio que la enfermedad: las obras valen por sí mismas, más allá inclusive de la villanía de su propio autor.
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