Un grupo de personas que tomaron terrenos reclaman que el Gobierno se los otorgue. La interrupción total del tránsito se extendió por casi cinco horas. Fue la tercera del mes.
Otra vez los asentados de Parque La Vega generaron caos vehicular en la zona sur al protagonizar un corte total del tránsito en el sector de la rotonda de Limache.
La protesta se extendió por alrededor de cinco horas causando numerosas complicaciones a quienes regresaban a sus hogares en la zona sur y localidades del área metropolitana de Salta.
La intransigencia de los manifestantes, que hace casi cinco meses tomaron ilegalmente terrenos privados, los llevó a exigir diálogo con autoridades del IPV (Instituto Provincial de la Vivienda) para que les otorguen casas o los terrenos en los que se asentaron.
El de ayer fue el tercer corte en un mes, los anteriores fueron el 18 y el 8 de septiembre.
Cerca de las 10, un grupo de personas, provenientes del asentamiento, empezaron a marchar por avenida Tavella, en dirección este – oeste, hacia la rotonda de Limache, la cual minutos después cortarían en todos sus sentidos, incluso los desvíos por los barrios.
Una mujer en una motocarga, con una bebé sin protección, trasladando los neumáticos que luego quemaron sobre la cinta asfáltica, una numerosa batucada y niños en carritos fueron parte de la postal de una protesta caliente, más allá de los 30 grados de temperatura que marcaba el termómetro en momentos de la acción de protesta.
En diálogo con El Tribuno, Daniel Vargas, uno de los manifestantes del asentamiento, se quejó porque «ya estamos hace más de 140 días asentados ahí y no se acercó nadie a darnos una solución».
«Tenemos un acta firmada por el director del IPV, Gustavo Carrizo, con su compromiso de darnos una solución, pero después de eso no apareció nunca», insistió y aseguró que «tratamos de hacer las cosas correctamente, pero nadie nos escucha».
Dijo además que, en el marco de la pandemia, en el asentamiento cumplen protocolos sanitarios: «Nos cuidamos entre todos, tenemos vallas, alcohol en gel, hasta una salita, la gente anda con barbijo. Nos ayudamos entre todos».
Pero en este punto, marcó un quiebre con el «exterior» del asentamiento: «Pero la gente de afuera no (nos ayuda). Si llamamos una ambulancia, tarda 40 minutos en venir».
«No sé qué le pasa al Gobierno. La gente solo quiere una vivienda o un terreno digno dónde vivir y no lo queremos gratis, lo vamos a pagar», manifestó y agregó que «no queremos, pero lamentablemente tenemos que hacer esto (cortar la avenida) porque la pandemia nos perjudicó mucho, hay familias enteras viviendo en el asentamiento, son 1.100 familias las que estamos ahí, con chicos».
«Solo queremos lo que nos corresponde, no pedimos que nos regalen, que quede claro», afirmó Vargas convencido de tener derechos sobre los terrenos privados usurpados.
Finalmente, afirmó que saben que «hay gente de la política que manda a personas a generar problemas», y recordó que «hace un tiempo entró un desconocido e hizo tiros, podría haber muerto a un chico, nosotros no tenemos armas. La gente reaccionó y les pidió a los familiares de ese hombre que lo hagan salir de la casa, pero se negaron».
«No queremos molestar a la gente, pero nos toca porque, si no, (las autoridades) no nos prestan atención. Ya se vienen las lluvias y las fiestas, parece que pretenden que pasemos así el fin de año», concluyó
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