Ocurrió -según la fuente- a las 6 de la mañana del sábado. Los uniformados iban en una Toyota Hilux a toda velocidad. Los penitenciarios realizaron disparos al aire como señal de advertencia.
Fuentes de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán informaron sobre un grave incidente ocurrido en las primeras horas del sábado, cuando una camioneta Toyota Hilux derribó las barreras de la calzada que lleva a la entrada principal de la cárcel provincial 3 de esa ciudad, y avanzó rápidamente y sin control hacia el ingreso de la penitenciaría, aunque -según informan- se detuvo metros antes.
La fuente de la ciudad norteña asegura que los guardiacárceles, al ver que superaron las barreras alertaron a la guardia del penal y estos abrieron fuego preventivo ante la posible acción de delincuentes o un comando que tratara de rescatar a algún interno.
Pero nada de esto ocurrió, desde el interior de la camioneta salieron dos personas, un hombre y una mujer, y se identificaron como personal policial, según la fuente.
Inmediatamente el incidente fue denunciado ante la fuerza pública, que llegó al lugar y -seguramente- con directivas de la Fiscalía en turno identificaron a las personas que se hallaban retenidas por el personal del Servicio Penitenciario de la Provincia.
La fuente indicó que se ordenó hacerle a la pareja de policías el test de alcoholemia correspondiente, y que el mismo habría dado positivo, por encima de un gramo de alcohol en sangre, es decir que se hallaban muy ebrios, los dos.
La cárcel número tres del SPP se encuentra ubicada en las calles Los Sauces y Diego Calvice de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.
La fuente señaló que la camioneta se desplazaba a gran velocidad y en una arriesgada maniobra derribó las barreras del ingreso vial a la unidad penitenciaria, para desplazarse luego por unos cuarenta metros hasta detenerse, cuando los guardiacárceles que se hallaban apostados en los puntos de vigilancia les advirtieron con disparos a los ocupantes de la camioneta para que se entreguen y salgan del vehículo.
La fuente señala que se trataba de dos uniformados, uno de ellos con jerarquía de oficial mientras la mujer sería una cabo.
El incidente se produjo prácticamente al amanecer del día sábado y movilizó a toda la seguridad del penal y a la policía también, que acudió de inmediato ante el alerta de un incidente -en donde hubo disparos- sin precedentes en esa unidad penal del norte argentino.
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