El método fue desarrollado por científicos locales. La patente es de CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Tras 39 semanas de gestación y con 3 kilos y 800 gramos, en marzo nació el primer bebé mediante una nueva técnica de reproducción asistida que activa los espermatozoides. El parto fue por cesárea y sus padres tienen un largo historial de infertilidad. Además, hay varios embarazos en curso, todos de progresión normal. Clarín intentó contactarse con alguna de las parejas gestantes, pero, por el momento, las regulaciones del Comité de Ética lo impiden.
El nuevo método, denominado HyperSperm, fue desarrollado por Fecundis -una startup de tecnología médica con sede en Argentina y en el Parc Cientific de Barcelona, que fue fundada por los investigadores Dario Krapf IBR (CONICET-UNR), Mariano Buffone IBYME (CONICET) y Rita Vassena (CEO de la empresa)-. Este primer nacimiento es resultado de la prueba piloto realizada en la clínica In vitro Buenos Aires, que colabora en la investigación junto con CONICET y la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
¿En qué consiste HyperSperm? “Recrea de manera eficiente el proceso de “capacitación” natural del espermatozoide, pero en un tubo de ensayo. Se adapta perfectamente a todos los métodos de reproducción asistida utilizados en la actualidad. Es la primera vez que un procedimiento mejora la capacidad fértil de los espermatozoides”, explica Darío Krapf, biólogo de CONICET y director de un laboratorio en IBR (CONICET-UNR), en diálogo con Clarín.
Entonces, activa la capacidad de fecundar de los espermatozoides, reproduciendo en el laboratorio el proceso que se da naturalmente en el tracto reproductivo de la mujer. ¿Cómo es posible? “HyerSperm modula los eventos moleculares que suceden naturalmente en el tracto femenino, a través de distintos medios adecuados que se utilizan secuencialmente. No hay ningún tipo de modificación genética. El tratamiento se realiza sobre la muestra de semen del paciente y lleva aproximadamente 90 minutos”, desarrolla Krapf.
Es que históricamente el espermatozoide era considerado una suerte de “delivery” de ADN al óvulo. Pero este concepto se modificó con el volumen cada vez mayor de trabajos científicos que muestran que el espermatozoide es clave para un desarrollo embrionario exitoso. “La adquisición de la capacidad fértil del espermatozoide, llamada “capacitación”, que se da aún luego de la eyaculación, es crucial en este proceso”, describe Krapf.
Prueba piloto
En 2022 hicieron un ensayo piloto en Argentina, donde desarrollaron parte de su actividad, con la selección de 10 parejas infértiles, que fueron sometidas por igual a la técnica tradicional y a la innovadora. “La prueba piloto se realizó a muestra dividida. Esto significa que la mitad de los óvulos fueron inseminados con la mitad de los espermatozoides con procedimientos de rutina, mientras que la otra mitad de óvulos fue inseminada con la mitad restante de espermatozoides, utilizando HyperSperm. De esta manera, pudo verse un aumento muy significativo en cada tratamiento: se generaron un 63% más de embriones de alta calidad en comparación con los procedimientos estándar”, analiza Krapf.
Espermatozoides de ratón utilizados para los ensayos pre-clínicos iniciales de HyperSperm. Las mitocondrias expresan una proteína roja fluorescente, y los acrosomas expresan una proteína verde fluorescente.
Tasas de éxito
Actualmente, en promedio, se requieren 3 ciclos de reproducción asistida para lograr un embarazo. Pero Krapf enfatiza que la nueva técnica tiene el potencial de revolucionar la clínica reproductiva, haciendo mucho más eficientes los procedimientos disponibles y habilitando a que muchas parejas tengan la posibilidad de acceder a tratamientos de baja complejidad, que actualmente tienen bajísima tasa de éxito.
De izquierda a derecha: Darío Krapf (dirección cietífica), Guillermina Luque (especialista en fertilización in vitro), Mariano Buffone (dirección científica), y Matías Goes Elías (director de laboratorio en Fecundis)
“El espermatozoide eyaculado pasa de un movimiento rectilíneo progresivo a un movimiento muy vigoroso, muchas veces identificado como movimiento en estrella, denominado hiperactivado”, explica Krapf. Este cambio en el patrón de movilidad ocurre con la capacitación y es considerado un parámetro que indica el grado de capacitación de la muestra. Las mayores tasas de hiperactivación generalmente conducen a mayores tasas de éxito de procedimientos de asistencia reproductiva.
Las proyecciones a futuro están en poder obtener la aprobación de los marcos regulatorios, como FDA, EMA y ANMAT, para en un lapso no mayor a 3 años estar ya en condiciones de ofrecer el producto. Así lo interpretan los investigadores y fundadores de Fecundis.
Agregue un Comentario