Tras dos semanas de agonía y a causa de múltiples quemaduras dejó de existir Lucía Walter. Su mamá contó que tras la autopsia repatriarán el cuerpo de la joven salteña.
Tras una larga agonía falleció este miércoles en la mañana Lucía Alejandra Walter (33), la joven salteña que sufrió quemaduras múltiples en su cuerpo tras un accidente en la ciudad de chilena de Calama. Para su familia fue un verdadero calvario transitar las dos últimas semanas, en las que no pudieron estar a su lado debido a las limitaciones que imperan en la frontera debido al Covid 19.
“Fue una tragedia horrorosa. Explotaron los órganos. Se quedó sin rostro, sin pechos. Fue horrible. Lo peor es que no pude consolarla, acompañarla por la maldita pandemia. Ahora nos encontramos todos juntos en Salta rezando, sin saber que hacer. Nos resta seguir esperando”, contó Gabriela Ortiz, su mamá.
Las causas del accidente son investigadas. Según contó Gabriela, se habría producido hace unos 14 días cuando explotaron unos recipientes con líquido inflamable utilizado para la limpieza de pisos. Las llamas fueron inclementes y afectaron más del 50 por ciento de su cuerpo. De Calama la trasladaron de urgencia al hospital de Antofagasta, pero debido a la gravedad de las quemaduras finalmente fue hospitalizada en un instituto especializado de Santiago de Chile, donde finalmente falleció. A sus padres les fue imposible asistirla, ya que los protocolos para ingresar al país trasandino se lo impidieron. “No hubo forma, buscamos por todos lados pero a todos los tramites normales se sumaba el aislamiento obligatorio. Fue mucha la gente que se movilizó en un primer momento para poder hallarla, la buscamos a través de grupos de WhatsApp de salteños en Chile. Luego el consulado gestionó que la trasladaran a Santiago. Llamábamos todos los días al hospital para recibir los partes médicos. Fue una pesadilla”, recordó su madre.
En tanto su padre, en el avión la provincia, fue en busca de su pequeño nieto, quien se encontraba varado en Antofagasta. “Fue y volvió, apenas llegó al aeropuerto estaba mi nietito. Así que pegaron la vuelta. No sabemos cómo vamos a afrontar todo esto. Es muy doloroso, mi nieto sufre de asperger”, explicó Gabriela.
“Fue a Chile cargada de sueños”
Lucía partió a mediados de enero de este año rumbo a Calama. Lo hizo llena de ilusiones y de sueños a encontrarse con su pareja, para establecerse allí. “Mi hija era muy educada, buena. Era profesora de artes plásticas y ya había montado su atelier en Calama. Amaba el arte, la música. Era una soñadora. No tuve la posibilidad de darle un beso en la frente, de despedirme. Hoy tengo las manos vacías”, concluyó su mamá.
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