Sus tres hijos fueron los encargados de confirmar la noticia. Sus últimos tiempos estuvieron marcados por problemas familiares y de salud. Su relación con la Argentina.
El legendario actor francés Alain Delon, quien formó junto a Brigitte Bardot probablemente la pareja más hermosa del cine, al menos el francés, y que protagonizó algunas de las mejores películas europeas de los años ‘60 y ‘70, murió este domingo 18 de agosto, a los 88 años, en su residencia ubicada en la ciudad de Douchy. La noticia fue confirmada por sus tres hijos que, a través de un comunicado, pidieron que «se respete su intimidad en este momento de duelo extremadamente doloroso».
«El actor de A pleno sol y El silencio de un hombre ha ido a reunirse con (la Virgen) María entre las estrellas tan queridas para él», indicaron en el mensaje difundido por Alain Fabien, Anouchka, Anthony y (su perro) Loubo, quienes destacaron que el ícono del cine «falleció en paz rodeado de sus tres hijos y su familia”.
En 2019 Delon había sufrido un accidente cerebrovascular, que le dejó secuelas pese a la recuperación. Su estado de salud, la forma de atenderlo y la eutanasia que quería fueron objeto de disputas entre sus hijos, que saltaron a la luz pública.
Una de sus últimas apariciones fue en septiembre de 2021 durante el funeral de su «rival» y amigo Jean-Paul Belmondo, donde se lo pudo ver todavía en buena forma, aunque apoyado en un bastón y ayudado por su hijo Anthony.
En 2019 el actor de El eclipse, de Michelangelo Antonioni, apareció en la edición del Festival de Cannes, allí donde había presentado en competencia El Gatopardo (Il Gattopardo, 1963), Nouvelle Vague (1990) y El regreso de Casanova (1992), pero donde su único premio fue esa Palma de Oro de Honor a la trayectoria.
Y el tema del honor fue un tema en Cannes, que repercutió en todo el mundo. Recuerdo haber estado en la Sala del Palais des Festivals, y el recibimiento del premio evidenció que era tan venerado por su trabajo actoral como criticado por asociaciones feministas, por declaraciones poco felices y comportamientos tachados de homofóbicos y misóginos.
Así y todo, Delon recibió la Palma de Oro a pesar de esa oposición. “Nadie está obligado a estar de acuerdo conmigo, pero hay una cosa en el mundo de la que estoy seguro y orgulloso, una sola cosa, y es mi carrera”, dijo el galán entre ovaciones cuando recibió la Palma, que le entregó su hija Anouchka.
Delon muestra al público su Palma de Oro honoraria el 19 de mayo de 2019. La recibió a pesar de la oposición de asociaciones feministas. Foto APDelon muestra al público su Palma de Oro honoraria el 19 de mayo de 2019. La recibió a pesar de la oposición de asociaciones feministas. Foto AP
Nacido y bautizado como Alain Fabien Maurice Marcel Delon Arnold, en Sceaux, en las afueras de París, sus padres se divorciaron cuando tenía 4 años, y fue enviado a vivir con padres adoptivos. Cuando estos fallecieron, los padres de sangre de Delon tomaron su custodia compartida, pero terminó en un internado católico. Sería el primer colegio de varios de los que fue expulsado debido a su comportamiento rebelde.
Era un adolescente cuando dejó la escuela, a los 14 años, y empezó a trabajar en la carnicería de su padrastro. A los 17, se enlistó en la Marina francesa, y entre 1953 y 1954 sirvió como paracaidista durante la Guerra de Indochina.
Delon, al margen de cuestiones extracinematográficas, que ya desarrollaremos, como ser acusado de machista y misógino, y la pelea entre sus hijos, apareció en películas que llevaron 134 millones de espectadores, lo que en su momento lo llevaron a pelear el favoritismo del público con Jean-Paul Belmondo y Louis de Funes.
Compartió cartel con grandes actores como Jean Gabin, Simone Signoret, Romy Schneider o Lino Ventura, en un gran número de películas que se convirtieron en clásicos del cine, como A pleno sol (dirigida por René Clément, 1959), Rocco y sus hermanos (dirigida por Luchino Visconti en 1960), la mencionada El eclipse de Antonioni, de 1962, El Gatopardo (también de Visconti, 1963), El samurai, dirigida por Jean-Pierre Melville, 1967) y Nuestra historia (de Bertrand Blier, 1984).
Cuando recibió la Palma de Honor, recordó su primera asistencia a Cannes, en 1956, cuando aún no había hecho ninguna película. “No tengo grandes recuerdos, vine con una chica que me gustaba y no presté mucha atención. Pasé por la alfombra roja, miraba a todo el mundo, pero a mí también me miraban porque, perdonen, parece que yo no estaba mal”, dijo.
Con todo, reconoció que tenía una deuda con las mujeres (”si no fuera por las mujeres, yo habría muerto”, exageró un poco) y al don que tenía para “vivir el personaje y no actuar”. “Me fui a la guerra de Indochina con solo 17 años y al volver no sabía bien qué hacer. Fueron las mujeres que me han amado las que me hicieron meterme en esta profesión y las que lucharon por mí”, recordó el actor.
Dos años antes, había expresado su deseo de hacer una última película y presentarla allí, en Cannes. “No libraré más combates de la cuenta”, había manifestado cuando tenía 81 años. Pero como buen divo que era, no iba a despedirse así nomás, y casi que sugirió -más que ordenar o pedir- que la película que iba a rodar con Patrice Leconte (el de La maté porque era mía) fuera seleccionada por el Festival de Cannes al año siguiente. “Para volver y despedirme”, había dicho.
La película nunca se realizó.
Una frase que marcó a Alain Delon
‘Quiero que mirés como vos mirás, que te muevas como te movés, que hablés como hablás, que escuchés como escuchás. Se vos, no actúes”. Ese había sido el consejo de Yves Allégret, el director de su primera película, Quand la femme s’en mêle (1957). “He vivido mis papeles, no he actuado”, aseguró Delon. “En 1958 hice La piscina, con Romy Schneider, y en el ‘59 ya era conocido en todo el mundo gracias a A pleno sol”, relató sin falsa modestia.
La carrera cinematográfica de Alain Delon se extendió durante seis décadas. Foto APLa carrera cinematográfica de Alain Delon se extendió durante seis décadas. Foto AP
Pero apenas tres meses antes del homenaje en Cannes, se publicó el libro De la raza de los señores (De la race des seigneurs), escrito por su hijo Alain Fabien, que no dejaba bien parado a su padre. Mostraba el costado más oscuro de la estrella. El también actor y modelo, que tenía 26 años, acusaba a su padre de “machista, xenófobo, violento, coleccionista de armas, fetichista”, y lo señalaba como alguien “que humillaba a sus hijos y numerosas mujeres con ferocidad”.
Su relación con la Argentina
Tuvo una gran amistad con Carlos Monzón, campeón mundial de boxeo en la categoría de los medianos. Fue promotor del combate en el que Monzón defendió su corona frente al cubano-mexicano José Ángel “Mantequilla” Nápoles. Delon, que fue parte también del armado de la octava defensa del título del boxeador, contra su compatriota Jean Claude Bouttier, no olvidó la amistad que los unía, y lo visitó en la cárcel de Las Flores, donde Monzón estapa preso por el homicidio de Alicia Muñiz.
No fue aquella la primera vez que Delon estuvo en la Argentina. Por 1965 había venido en un viaje promocional acompañado por Nathalie Delon, y luego volvería al país en repetidas ocasiones. Entre ellas, en la visita que realizó en 1997 para participar del Festival de Cine de Mar del Plata, con Ornella Mutti, se destacó por su viaje junto a la actriz italiana a la localidad riojana de Anillaco. Allí compartió una jornada con el entonces presidente Carlos Saúl Menem.
Sus declaraciones polémicas y la eutanasia
Decidido a no cerrar la boca y decir todo lo que opinaba acerca de lo que le preguntasen, sea de política, la pena de muerte (estaba a favor), religión o sexo (calificó a la homosexualidad como “antinatural”, y salieron a matarlo), Delon ha dicho cosas que le costaron mucho.
No le importó mostrar sus preferencias políticas y, aunque tradicionalmente se mostró conservador, primero gaullista y luego partidario de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, algunas declaraciones suyas a favor del ultraderechista Frente Nacional generaron mucha controversia.
“Jean-Marie Le Pen -el líder de la ultraderecha, que le llevaba 7 años- es un amigo. Es peligroso para el conjunto político porque es el único que es sincero. Dice en voz alta lo que mucha gente piensa en el fondo”, dijo.
El actor había manifestado su deseo de terminar su vida a través de un suicidio asistido, procedimiento que es legal en Suiza, país donde la estrella del cine residió. Delon expresó el pedido de morir vía eutanasia a través de su hijo Anthony, quien reveló el requerimiento de su padre en un libro y después lo ratificó en una entrevista radial.
El abogado de Delon, Christophe Ayela, había solicitado en enero de este año una tutela judicial para su cliente dada «la situación de peligro» que corría su salud tras la abrupta interrupción de los tratamientos médicos en medio del conflicto entre sus hijos, según había adelantado el diario Le Figaro.
Ayela era, además, el abogado de la hija del actor, Anouchka, en conflicto abierto con su hermanastro Anthony, el primogénito, y con su hermano Alain-Fabien, el menor.
Seis décadas de cine
Su carrera cinematográfica se extendió durante seis décadas. Gracias a su físico y a su desparpajo, se manejó bien en ese ambiente y en 1957 logró su primer papel, antesala del segundo y de Christine, al año siguiente, donde conoció a Romy Schneider, con la que protagonizó un romance soñado.
Delon junto a Mireille Darc, en el funeral de Annie Girardot, en marzo de 2011. El pagó en secreto la residencia donde la actriz vivió sus últimos años víctima del Alzheimer. APDelon junto a Mireille Darc, en el funeral de Annie Girardot, en marzo de 2011. El pagó en secreto la residencia donde la actriz vivió sus últimos años víctima del Alzheimer. AP
La consagración llegó con A pleno sol, la primera adaptación de la novela Mr. Ripley, de Patricia Highsmith, y de ahí pasó a Italia, donde Visconti le dirigió en las míticas Rocco y sus hermanos y El Gatopardo.
Delon era la encarnación francesa del prototipo de James Dean, que podía ser enérgico y amoral, tierno con las mujeres y heroico. Estuvo preso 11 meses. Se hizo famoso en todo el mundo como el arquetipo del joven dinámico y guapo, pero a menudo también sin principios morales. Su mirada acerada, de frialdad helada, le llevó a interpretar con éxito a delincuentes, asesinos a sueldo o mafiosos, como en El samurai, El círculo rojo o Le Gitan.
Sus ojos azules, su estilo elegantemente desprejuiciada y su cuerpo lo convirtieron en un ícono de la sexualidad masculina. En la biografía que publicó en 2011, Las mujeres de mi vida, fue la mismísima Brigitte Bardot quien lo describió sin pelos en la lengua. “Alain Delon, mi amigo, es una fiera, uno de esos animales preciosos e indomables en vía de extinción”, escribió la actriz y defensora de los derechos, precisamente, de los animales.
Uno de esos filmes fue Borsalino, la primera vez en que compartió cartel como protagonista con la otra gran estrella francesa del momento, Jean-Paul Belmondo. Hubo un intenso duelo, nada amistoso, aunque después se reconciliaron.
Delon también fue inmensamente famoso por sus romances. Además de Romy Schneider, en su extensa lista de relaciones sentimentales también figuran las actrices Nathalie Delon, Mireille Darc, Anne Parillaud, y las cantantes Nico (de Velvet Underground) y Dalida.
De ellas nacieron tres hijos reconocidos: Anthony, con Nathalie Delon, y Anouchka y Alain-Fabien de su relación con la modelo neerlandesa Rosalie van Breemen, a la que estuvo unido catorce años.
Más allá de sus muchos devaneos amorosos, Delon fue también un amigo de una fidelidad inquebrantable. Así, pagó en secreto la residencia especializada donde Annie Girardot vivió sus últimos años víctima del Alzheimer, hasta su muerte en 2011.
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